Las típicas multas de tráfico

Los tipos de multas más frecuentes y la manera de recurrirlas puede resultar engorroso, pero puede hacerte ahorrar bastante dinero.

Las multas por realizar un estacionamiento del vehículo mal hecho, como sería sobrepasar el tiempo del estacionamiento propiamente dicho en una zona de control regulada, y aparcar en lugares prohibidos para ello.

Si hacemos la cuenta sólo en Madrid, hay más de un millón y medio de multas por este motivo, lo que se puede hacer es, en caso de no haber superado el tiempo por el que se pagó, o poseías la tarjeta de residente, se debe presentar pruebas para que retiren la sanción.

También se puede escribir una notificación al Ayuntamiento negando los hechos y exigiendo pruebas.

En el momento en el que el controlador verifica que la multa está bien hecha, habrá que pagarla rápido y no esperar a que la reclame Hacienda con el consiguiente porcentaje de recargo.

Cuando aparcamos en zonas prohibidas como vados, lineas amarillas, etc., la policía municipal es quien realiza este tipo de denuncias, por lo que nos tendremos que dirigir al Ayuntamiento, al Departamento de Gestión de multas.

Habrá que entregar un escrito aportando pruebas de que se ha cometido un error, o exigir pruebas como informe de que hay un vado en dicho lugar, etc.

Las multas por exceso de velocidad suelen realizarse con radares fijos, de tramo, móviles, helicópteros y pistolas radar.

Si usamos la tecnología es sencillo localizar radares, de cualquier manera pueden multarte incluso por utilizar estos detectores.

La sanción te suele venir acompañada de una foto de tu vehículo en el momento de la infracción, por lo que debemos comprobar la imagen, la fecha y la hora, si se ve la matrícula claramente y si existen más vehículos en la foto.

Si algo extraño ves que hay, puedes recurrir la multa a la dirección que pone el mismo boletín de denuncia.

Hay que presentar a la Autoridad pertinente un escrito de alegaciones negando los hechos, denunciando que la matrícula no se ve con claridad y solicitando la homologación del radar debido a los posibles márgenes de error de los radares.

En el caso en que se desestiman las pruebas, lo mejor es interponer un recurso de reposición.