El uso de la tecnología educativa en el nivel educativo medio superior
La idea de la tecnología educativa inmediatamente nos remite a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), aunque en la realidad no necesariamente dichos recursos o materiales estén relacionados forzosamente a ella; sin embargo, hoy en día, en la mayoría de los casos así es. En un mundo cada vez más globalizado, en el que las personas nos encontramos inmersas en esta cultura digital que nos requiere la adquisición de ciertas habilidades informáticas para desempeñarnos con éxito, no podemos ser ajenos a este fenómeno.
Actualmente las corrientes pedagógicas vigentes que nos hablan de lograr aprendizajes significativos en nuestros estudiantes, nos exigen una planeación más efectiva que integre diversos recursos y medios didácticos a fin de alcanzar nuestro propósito, y es precisamente ahí donde entra la tecnología educativa, cuyo uso en la educación depende directamente de la voluntad, ingenio y la creatividad del docente, que es quien decide cómo y cuándo utilizarla.
Aunque la mayoría de los docentes pertenecemos al enorme grupo de los llamados “inmigrantes digitales” que en muchos de los casos nos rehusamos en un momento dado al uso de las TIC, ya sea porque no tenemos fácil acceso a ellas o porque nos parece complicado usarlas o bien porque si se nos presenta un inconveniente con las mismas, nos genera una irreparable pérdida de tiempo, los docentes podemos aprovechar todas las bondades que los distintos materiales, medios y software nos brindan, ya que pueden facilitarnos el proceso de enseñanza – aprendizaje.
  ; ;Nuestra frustración crece cuando comprobamos que algunos de nuestros alumnos en el nivel medio superior, nos rebasan en estas cuestiones informáticas, cuando nos percatamos que tenemos que luchar con las diversas redes sociales, juegos y aplicaciones para tabletas y teléfonos celulares, etc. para captar su atención, ya que éstas actúan en la clase como distractores. Es entonces cuando debemos utilizar la tecnología a nuestro favor y no convertir esas situaciones en francas luchas de poder entre maestro y alumno.
Así que como docentes si queremos que nuestros estudiantes desarrollen competencias tecnológicas y nosotros las propias, tenemos que considerar sobre las TIC lo siguiente:
• Tener una actitud positiva hacia ellas. Es común que cuando utilizamos algo nuevo de un poco de miedo o lo rechacemos de forma inmediata, debemos darnos la oportunidad de conocerlas, de tener una actitud abierta en la que veamos la manera en que nos pueden ayudar en nuestra labor, pero tampoco caer en una dependencia completa de ellas.
• Conocer sus usos en el ámbito educativo y en el campo de su área de conocimiento. Es importante que si nosotros somos conscientes que no dominamos el uso de las TIC, busquemos capacitación sobre su manejo, además que ello nos permitirá conocer los distintos materiales, software, etc. que nos pueden servir de ayuda.
• Planificar la clase integrándolas. Una buena clase será el resultado de una buena planeación y si incluimos el material correcto para hacerla atractiva, dinámica y eficaz, pues mucho mejor. Un ejemplo de esto sería toda la variedad de software educativo que existe para conseguir mejores aprendizajes.
• Proponer actividades formativas a los alumnos en las que las puedan utilizar. Los alumnos se sienten motivados frente al uso de nuevo material. No sólo limitarnos al uso de la web en la búsqueda de información o el uso del correo electrónico para el envío y recepción de trabajos. Hay que innovar.
Jazmín Judith Guerrero Bermúdez
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