¿Para qué ha servido los estudios de género?
Anteriormente se ha asegurado que los estudios de género se desprenden de la teoría feminista, cuyo principal objetivo era buscar los derechos de las mujeres. Actualmente han proliferado estos estudios y si bien, algunos dudan sobre utilizar el término “género”, se sigue utilizando para diferenciarlo del sexo, porque el género añade al sexo las creencias de la sociedad en un momento determinado sobre cada uno de los sexos y porquelos estudios de la diferencia sexual, no pretenden tanto denunciar la discriminación de las mujeres, sino dar luz a la existencia libre de las mujeres en un mundo común.
Analizando los estudios realizados se podrá constatar las discriminaciones existentes entre los hombres y las mujeres.
Entre las múltiples referencias a los estudios de género, González Guardiola L. elige a Franz Boas de finales del siglo XIX y en al primeros mitad del siglo XX, por su empeño en abrir nuevos horizontes de la cultura y en fomentar investigaciones realizadas por mujeres profesionalmente preparadas.
Discípula excepcional fue Margaret Mead, que en 1948 afirmó: “…las mujeres ven el mundo de un modo diferente al de los hombres y que al hacerlo así contribuyen a que la raza humana lo vea de un modo más cabal”. A ella le debemos el inicio del concepto analítico del género. Este fue el objeto de investigación durante muchas décadas.
A finales del siglo XX los estudios antropológicos se dirigieron a evidenciar las relaciones de poder jerárquicas y asimétricas entre los géneros que condenaron a de las mujeres a situaciones subordinadas y a menospreciar sus aportaciones a la sociedad. Pusieron al descubierto que la mujer siempre había sido de segundo orden y se había mantenido un silencio sobre las aportaciones hechas a la humanidad por ellas.
Todas las investigaciones llevadas a cabo evidencian la invisibilidad de las mujeres en el análisis social y el androcentrismo existente, considerando lo masculino como universal y lo femenino como lo específico.
Esta situación injusta hace que se haga una memoria histórica de las mujeres, poniendo de manifiesto las aportaciones de éstas en todos los ámbitos del saber, hasta hace unos años desconocidas, ya que los hechos cotidianos están realizados por hombres y mujeres, y todas las situaciones históricas del mundo han sido realizadas por ambos sexos y no sólo por los varones.
La elaboración del concepto de género es un avance cualitativo, es decir, el entender que los roles y las tareas asociadas a la mujer o al hombre se deben a la sociedad y no a las diferencias biológicas, ha supuesto analizar esos roles y esas tareas con otra óptica diferente. Siguiendo a la autora anterior: “Desde esta perspectiva el significado de ser hombre o de ser mujer, los contenidos de las relaciones entre hombre y mujeres, los deberes y las prohibiciones para las mujeres por ser mujeres y para los hombres por ser hombres, se entienden como pautas culturales que, por ser culturales y no naturales, son susceptibles de modificación.”
Se ha avanzado mucho en las últimas décadas en igualdad de derechos, pero es necesario que esta igualdad se considere como un valor esencial en los modelos culturales.
Se trata de la libertad de ser aceptada en un plano de igualdad. No se pretende pasar de patriarcado al matriarcado, ni la masculinización de la mujer o de ampliar los espacios tradicionalmente masculinos para ser asumidos por mujeres. Se trata de construir un mundo basado en el respeto a la semejanza y a la diferencia en libertad.
En definitiva, los estudios de género han traído la evidencia de la igualdad de hombres y mujeres como personas, aunque diferentes como seres sexuados; son personas idénticas en deberes y derechos, aunque como seres sexuados sean distintos.
Pilar Sanchez alvarez
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