La zona de desarrollo próximo y su importancia en la interacción entre alumnos y docente.
Vigotsky denomina zona de desarrollo próximo a la distancia que existe entre el nivel de desarrollo actual del individuo (alumno o alumna) cuando intenta resolver un problema de forma independiente y el nivel de desarrollo potencial que podría alcanzar con la ayuda de un experto, que puede ser tanto otro compañero como un adulto.
Para entender mejor estos conceptos que suponen más de un quebradero de cabeza a los estudiantes de Magisterio y Psicopedagogía se utilizará un ejemplo de la vida cotidiana. Aprender qué es la atracción eléctrica.
Un estudiante de Secundaria que quiere aprender este concepto, puede que lea la teoría pero no la comprenda (zona de desarrollo actual). Si este alumno consulta a su hermano mayor, puede que le ejemplifique el fenómeno frotando un trozo de plástico con tela y luego atrayendo unos papeles. Después el hermano le pide al niño que pruebe él a traer distintos tipos de materiales. En este momento ambos estarán trabajando en la zona de desarrollo próximo.
Al día siguiente, el niño va a un examen y explica el concepto perfectamente ilustrándolo además con varios ejemplos, demostrando así que ha alcanzado la zona de desarrollo potencial.
Aspectos a tener en cuenta para que la docencia sea eficaz
Para que la intervención del adulto o docente facilite que el aprendiz alcance la zona de desarrollo potencial será imprescindible que se tenga en cuenta:
La zona de desarrollo real en la que se encuentra el alumno, es decir, aquello que es capaz de realizar sin ayuda; y Proponer actividades realistas que faciliten crear una zona de desarrollo próximo que facilite el alcance de los aprendizajes potenciales.
Además, desde una perspectiva construtivista, el profesor deberá ceder responsabilidad al niño en el proceso de aprendizaje, de forma que experimente y sólo intervenga para crear andamios o ayudas que permitan al alumno avanzar cuando está atascado o frustrado.
Los padres y la zona de desarrollo próximo
Muchas veces, los alumnos acuden al aula con los deberes hechos por sus padres y más tarde, en el examen, suspenden estrepitosamente. La cultura del éxito típica de occidente es la responsable de situaciones como ésta, que no facilitan el aprendizaje de ninguna forma.
En los tiempos de cambio educativo que corren es más imprescindible que nunca realizar acciones formativas para los padres, en las que se les haga entender su papel como facilitadores en el aprendizaje o refuerzo en casa de las tareas escolares, pero sólo para andamiar, es decir, para ayudar a superar aquellas dificultades con las que el hijo se encuentre y que éste valore que están fuera de su zona de desarrollo próximo.
Jenny Guerra Hernández – www.AprendeFacilmente.com es la creadora del sistema de psicopedagogía creativa y coordinadora del equipo de Fácilmente.
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