Los Malos Hábitos De Comunicación
¿Te quejas de que tu pareja no te escucha? ¿Te molesta que tu esposo/a no te entienda? Pues antes de asegurar que él/ella no sabe cómo expresarse, revísate, mira si tienes algunos de estos destructivos malos hábitos.
Crecemos con muchos patrones negativos de comunicación, que dificultan nuestra correcta comunicación de pareja. Revisemos estos malos hábitos.
Algunos malos hábitos en la comunicación
- Eres indirecto/a al hablar, no dices las cosas claras, sino esperas que tu pareja entienda lo que quieres decir.
- Siempre tienes que tener la razón o pretendes siempre ganar todas las discusiones. Menosprecias la opinión de tu pareja, y le ocasionas mucha incomodidad, lo que hace que él/ella no quiera volver a hablar contigo.
- Te aíslas de tu pareja para evitar el conflicto. Así, él/ella no alcanza a conocerte, y no hay conexión entre ustedes dos.
- Faltas al respeto a tu pareja, le gritas, lo/a mandas callar, lo/a tratas mal, lo/a insultas, hablas de las cosas que más le duelen o le recuerdas cosas dolorosas que él/ella ha hecho.
- Criticas a tu esposo/a, lo/a culpas, lo/a ridiculizas o lo/a menosprecias. Esto ocasiona mucho resentimiento en tu pareja.
- Eres distraído/a en el diálogo, no prestas atención a lo que tu pareja quiere decir, lo que le da la impresión a tu esposo/a que lo que dice no tiene importancia.
- Ocultas información porque quieres guardar secretos, porque no consideras que es importante o por miedo a que tu pareja use eso después para mal.
- Hablas por encima de tu pareja, no lo/a dejas terminar sus ideas, o no le permites expresarse completamente.
- Al finalizar una discusión, en vez de buscar soluciones, terminas gritando, insultando, llorando o yéndote de la casa.
La importancia de trabajar sobre esos malos hábitos
Estos malos hábitos son un cáncer en la relación. No permiten que ninguno de los dos se exprese libremente, es causa de peleas, y dificultan la conexión. Y al romperse la comunicación, el amor no fluye, no hay entendimiento, y no hay acuerdos.
Si tienes alguno de estos hábitos, ¡no te quejes! ¡Más bien cambia, y deja de echarle la culpa a tu pareja!
Guillermo Mendoza Vélez, MD.
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