Trastorno bipolar: las dos caras de la emoción
El trastorno bipolar se caracteriza por la incapacidad de los pacientes para ejercer control sobre sus estados emocionales.
Se trata de un trastorno caracterizado por la presencia de episodios reiterados (es decir, al menos dos) en los que el estado de ánimo y los niveles de actividad del enfermo están profundamente alterados, de forma que en ocasiones la alteración consiste en una exaltación del estado de ánimo y un aumento de la vitalidad y del nivel de actividad (manía o hipomanía) y en otras, en una disminución del estado de ánimo y un descenso de la vitalidad y de la actividad (depresión)....
Lo característico es que se produzca una recuperación completa entre los episodios aislados. A diferencia de otras enfermedades
Los episodios de manía comienzan normalmente de manera brusca y se prolongan durante un período de tiempo que oscila entre dos semanas y cuarto a cinco meses (la duración mediana es de cuatro meses). Las depresiones tienden a durar más (su duración media es de 6 meses), aunque rara vez se prolongan más de un año, excepto en personas de edad avanzada.
Ambos tipos de episodios sobrevienen a menudo a raíz de acontecimientos estresantes u otros traumas psicológicos..
El primer episodio puede presentarse a cualquier edad, desde la infancia hasta la senectud. La frecuencia de los episodios y la forma de las recaídas y remisiones pueden ser muy variables, aunque las remisiones tienden a ser más cortas y las depresiones más frecuentes y prolongadas al sobrepasar la edad media de la vida.”
Cada individuo presenta su particular manifestación de la enfermedad. Algunas personas se caracterizan por presentar períodos de manía de baja intensidad, denominados como hipomanías, mientras que otros las sufren con extrema violencia. Otros pueden experimentar estados de ánimo depresivos durante períodos cortos de tiempo, mientras que otros se sumen en largos períodos de abatimiento. Incluso en algunas ocasiones, determinadas personas, pueden experimentar experiencias de carácter psicótico, como delirios o alucinaciones.
Existe una peligrosa tendencia a asociar un carácter ‘romántico’ a este tipo de enfermedad. Es conocido que muchos artistas, músicos y escritores han experimentado estos extremos cambios en sus estados de ánimo. Sin embargo la realidad de este trastorno es muy diferente. Muchas vidas son arruinadas y de hecho, si el enfermo maníaco-depresivo no recibe la atención adecuada,l a enfermedad conduce al individuo a poner fin a su propia vida en casi un 20% de los casos. En cambio con medicación y psicoterapia pueden llevar una vida absolutamente normal
En cuanto a su forma de aparición, normalmente el episodio aparece de forma aguda,:los síntomas pueden manifestarse en cuestión de días o semanas. La duración de los episodios, es muy variable: desde unos pocos días hasta varios meses,i ncluso en el mismo paciente. Previamente a la aparición de medicamentos efectivos, la duración media oscilaba entre seis meses y un año, pero en la actualidad suelen ser notablemente más cortos -semanas o pocos meses-.Incluso con medicación, por lo general la duración de los episodios depresivos suele ser mayor que la de los episodios maníacos.
A pesar de lo que comúnmente se cree, tanto los niños como los adolescentes son susceptibles de desarrollar este trastorno, teniendo una probabilidad significativamente mayor aquellos cuyos padres ya presentan esta enfermedad. A diferencia de lo que sucede en el caso de los adultos, donde la distinción entre episodios está mejor definida,l os niños y los adolescentes tienden a presentar oscilaciones, especialmente rápidas e intensas, entre los estados de ánimo maníacos y depresivos dentro del mismo día con mayor frecuencia que en el caso de los pacientes de mayor edad. Los niños bipolares presentan una mayor tendencia a mostrar comportamientos agresivos y/o destructivos. Los episodios mixtos son especialmente frecuentes entre los adolescentes que presentan el trastorno maníaco-depresivo.
Los episodios de manía y de depresión presentan un marcado carácter recurrente a lo largo de la vida del sujeto. Entre episodios, la mayoría de las personas con trastorno bipolar están libres de síntomas, pero al menos un tercio de ellos presentan algunos síntomas residuales (agotamiento, aburrimiento, falta de interés)
Los síntomas psiquiátricos característicos del trastorno bipolar son habitualmente clasificados en una serie de categorías básicas que se enumeran a continuación.
El episodio maníaco hace referencia a un anormalente elevado, excitado o irritable estado de ánimo, no relacionado con el abuso de sustancias o atribuible a un trastorno médico, cuya duración mínima es de una semana, y que incluye una variedad de desajustes en el comportamiento y en los patrones de pensamiento que provocan un significativo desajuste en los diversos ámbitos de la vida del sujeto.
En un episodio maníaco típico,algunos de los siguientes síntomas suelen estar presentes, hasta el punto de afectar de manera significativa al funcionamiento normal del sujeto.
Sentimientos desproporcionados e injustificados de bienestar y euforia. Delirios de grandiosidad. Dificultades concentración. Sentimiento de invencibilidad. Creencias no realistas sobre las propias capacidades y posibilidades. Hiperactividad. Incapacidad para relajarse o permanecer inactivo Extrema irritabilidad. Menor necesidad de descanso por las noches (pueden pasar varios días sin dormir). Patrones de pensamiento especialmente rápidos y acelerados. Falta de buen juicio. Abuso de drogas, particularmente cocaína, alcohol y barbitúricos. Sentimientos desproporcionados y excesivos de euforia y bienestar. Patrones de comportamiento significativamente diferentes a los habituales Habla rápida y en ocasiones de difícil comprensión. Incremento significativo en los niveles de energía y actividad. Incremento deseo sexual. Autoestima exagerada y grandiosidad. Verborreico o más hablador de lo habitual. Fuga de ideas o experiencia subjetiva de la aceleración del pensamiento. Distraibilidad extrema. Agitación psicomotora manifiesta. Implicación excesiva en actividades placenteras de riesgo. Pensamientos recurrentes sobre la muerte y/o intentos de suicidioEn los episodios denominados hipomaníacos, los síntomas son similares a los surgidos durante la fase maníaca,si bien presentan las siguientes diferencias clave:
El episodio hipomaníaco no provoca un significativo deterioro en el normal funcionamiento del sujeto en su vida diaria. El episodio hipomaníaco no requiere hospitalización. El episodio hipomaníaco no incluye la posibilidad de episodios psicóticos como alucinaciones o delirios.A continuación se presentan algunos de los síntomas más característicos de esta fase depresiva:
Intensos sentimientos de tristeza y abatimiento. Autopercepción de inutilidad y poca valía. Pérdida de interés por las actividades preferidas por la persona. Incapacidad de experimentar sensaciones/emociones positivas. Disminución de la líbido/deseo sexual. Sentimientos de pesimismo y desesperanza. Pérdida de la reactividad emocional a los acontecimientos y circunstancias ambientales placenteras. Cambios significativos en los patrones de sueño, bien por un descenso o un aumento significativo, sin justificación aparente Irritabilidad mayor de la habitual. Dolor u otras sensaciones corporales negativas no atribuibles a algún trastorno físico. Empeoramiento matutino del estado de ánimo depresivo. Cambios en los hábitos de alimentación, bien por un aumento o un descenso significativo. Dificultades manifiestas de concentración, memoria y en los procesos de toma de decisiones. Resentimiento y frustración injustificada. Sensaciones de cansancio y agotamiento físico. Perspectiva sombría del futuro. Sentimientos de inferioridad e inadecuación. Descenso significativo de los niveles de energía y vitalidad. Pérdida de autoconfianza y autoestima. Sentimiento de vacío interior y culpabilidad. Ideación suicida recurrente y/o intentos de suicido. Es importante destacar que en algunas ocasiones los episodios depresivos o maníacos pueden ir acompañados por síntomas de carácter psicótico como por ejemplo: Alucinaciones. Escuchar, ver o de alguna manera ‘percibir’ la presencia de determinados estímulos que no se hallan presentes. Ideas delirantes. Falsas creencias personales no susceptibles a la razón o a evidencia contradictoria y que no se derivan de condicionantes culturales.Quizás los episodios más incapacitantes, desconcertantes e incómodos para el individuo son aquellos que involucran síntomas característicos de la depresión y del episodio maníaco y que se pueden presentar durante el mismo día. Son los denominados episodios mixtos. El paciente se encuentra excitado y ansioso pero al mismo tiempo también se siente irritable y deprimido en lugar de sentirse ‘en la cima del mundo’.Síntomas de manía y depresión están presentes de forma simultánea.
Según un estudio reciente, el trastorno bipolar es, en la mayoría de ocasiones, no diagnosticado o diagnosticado erróneamente durante un período de tiempo que, como media, alcanza los 8 años .Los pacientes no suelen buscar ayuda profesional durante una media de más de 10 años desde la aparición de los primeros síntomas y cerca del 60% de los pacientes no son tratados correctamente o tratados de otras dolencias distintas de las causantes de sus problemas. La inmensa mayoría de los pacientes con trastorno bipolar experimentan múltiples períodos de recaídas
El diagnóstico temprano y acertado, junto con la elección y aplicación del tratamiento psicoterapéutico y farmacológico más adecuado, son la única medida viable y con garantías de éxito, para evitar algunas de las posibles secuelas que arrastra esta enfermedad.
Lic. Liliana Paz Mendez
Psicóloga-MN 48359
Clínica de Adolescentes y Adultos
Orientación Vocacional y Ocupacional
Acompañamiento terapéutico
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