No hay imaginación. Abajo el cine, arriba la televisión!

Hace un par de días en el telediario de La 1 han emitido una pieza sobre la falta de imaginación de los guionistas. Era una noticia un poco idiota, la verdad, porque se centraba en las coletillas de los diálogos, con una edición rápida hicieron un mix de muchas películas en las que se repetían las mismas frases: “si te lo cuento tendré que matarte”, y frases como esa. Una estupidez.

Si hay que hablar de la falta de imaginación, creo que las acusaciones deberían ir más orientadas a los estudios y a los productores que a los guionistas (los pobres, ellos escriben lo que se quiere rodar). En un esfuerzo por intentar asegurar una taquilla importante, se recurre a remakes y adaptaciones de casos de éxito. Casos de éxito en cómics, bestsellers, videojuegos y series de televisión.

Se busca transformar las audiencias de otros, en audiencia propia. La reflexión es más o menos esta: “si tropecientas mil personas compran este videojuego, cómic, libro, o ven esta serie, seguro que querrán ir al cine a ver la película”, en lugar de hacer la siguiente reflexión: “si creo una historia nueva que sea tan atractiva para el público como esos cómics, videojuegos, bestsellers y series que consumen, seguro que querrán ir a verla al cine“.

Obviamente lo segundo es más enriquecedor, divertido y honesto, pero también más arriesgado. Así que poco a poco nuestros horizontes temáticos en cine se van reduciendo, los gustos se van igualando y se crean nuevas generaciones de espectadores aborregados, dejando las historias arriesgadas para el cine de ensayo y, curiosamente, para las buenas series de  televisión -según un amigo mio también en el mundo de los videojuegos hay grandes guionistas, si no lo digo me mata-.

El cine tendría un par de cosas que aprender de lo que está ocurriendo en televisión. Vivimos una era dorada de las series, “Lost”, “House”, “Mad Men“, “The Wire” y “The Walking Dead” son algunos ejemplos.

El público que ya no encuentra entretenimiento en las salas de cine, lo está encontrando en el salón de su casa. Series de televisión que demuestran que hay espacio para el riesgo y la originalidad, así que los grandes estudios de cine deberían aplicarse el cuento. Si no, cuando quieran darse cuenta, la piratería será el menor de sus problemas (me pregunto qué se descarga más, películas o series…). El público acabará inmunizado al cine de grandes presupuestos que transmiten sensación de éxito prefabricado. Eso, o que se queden sin cómics que adaptar, lo que pase antes.

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