José Silva: historia de una series de coincidencias que terminaron en el descubrimiento de la década

El Comienzo

José Silva nació el 11 de agosto de 1914, en Laredo, Texas. Cuando tenía cuatro años, su padre murió. Su madre volvió a casarse más tarde, y él, su hermana mayor y hermano menor a vivir con su abuela. Dos años más tarde se convirtió en el sostén de la familia, vendiendo periódicos, limpiando zapatos y haciendo trabajos ocasionales. Por las noches veía a sus hermanos hacer sus deberes, y ellos le enseñaban a leer y escribir.

Nunca ha ido a la escuela, excepto para enseñar.

Un dia José estaba esperando su turno en la barbería. Buscó algo para leer. Lo que encontró fue un cupón de un curso por correspondencia para reparar radios. Pronto a la edad de quince años, José, empezó a reparar radios.

Al pasar los años, su negocio de reparación se convirtió en uno de los más grandes de la zona, y suministró los fondos para la educación de sus hermanos y con el tiempo brindó los medios para financiar los veinte años de investigación que llevó a sus sistemas de entrenamiento de la mente.

El hombre que desencadenó la investigación de Silva era un psiquiatra cuya labor consistía en hacer preguntas a los hombres en el examen preliminar para ser solado durante la Segunda Guerra Mundial.

¿Por qué preguntas tan raras?

Fue un momento desconcertante para José que se embarcó en una odisea de investigaciones científicas que lo llevó a ser uno de los eruditos más creativos de su época. A través de sus escritos, Freud, Jung y Adler se convirtieron en sus primeros maestros.

La psicología empezó a tener sentido para él y José pronto estaba dispuesto a empezar a hacerse sus propias preguntas:

¿Se puede utilizar la hipnosis para mejorar la capacidad de aprendizaje de una persona - de hecho, para aumentar su coeficiente intelectual? En esos días se creía que el cociente intelectual era algo con lo que se nace, pero José no estaba tan seguro.

La pregunta tuvo que esperar mientras estudiaba electrónica avanzada para convertirse en un instructor en el Cuerpo de Señales. Cuando se recibió, además de su negocio de radios, tomó un trabajo de media jornada como profesor en Laredo Junior College donde supervisó otros tres maestros y creó el laboratorio de electrónica de la escuela.

Lo que aprendió acerca de la hipnosis, además de lo que sabía acerca de la electrónica, y algunos F en las boletas de calificaciones de sus hijos lo trajo de vuelta a la pregunta que había planteado anteriormente - ¿Puede la capacidad de aprendizaje, el coeficiente intelectual, mejorarse a través de algún tipo de entrenamiento mental?

José ya sabía que la mente genera electricidad - había leído acerca de los experimentos a principios del siglo que reveló el ritmo de las ondas cerebrales entre ellas, de alfa. Y él sabía por su trabajo en electrónica que el circuito ideal es el que tiene la menor resistencia o impedancia, porque genera el mayor uso de la energía eléctrica.

Entonces se preguntó:

José comenzó a utilizar la hipnosis para calmar las mentes de sus hijos y descubrió lo que para muchos parecía ser una paradoja. Él encontró que el cerebro era más enérgico cuando era menos activo. A frecuencias más bajas el cerebro recibe y se almacena más información. El problema fundamental era mantener la mente alerta en estas frecuencias, que se asocian más con soñar despierto y el sueño que con la actividad práctica.

La hipnosis permitía la receptividad que José estaba buscando, pero no la clase de pensamiento independiente que lleva a razonar las cosas. Tener la cabeza llena de hechos recordados no es suficiente; conocimiento y la comprensión es necesario, también.

Jose Silva da los primeros pasos con el Método Silva

José pronto abandonó la hipnosis y empezó a experimentar con ejercicios de entrenamiento mental para tranquilizar el cerebro mientras se mantenía alerta. Esto, concluyó, daría lugar a una mejor memoria combinada con el entendimiento generarian un mayor coeficiente intelectual.

Los ejercicios de las técnicas de Silva comenzaron con una concentración relajada y visualización mental vívida y ayuda guiada para llegar a niveles más bajos. Una vez alcanzado, estos niveles demostraron ser más eficaces que el nivel completamente despierto, el nivel Beta, en el aprendizaje.

La Prueba

Las notas de sus hijos habian mejorado drásticamente en un período de tres años mientras que él siguió mejorando sus técnicas.

José había marcado un nuevo descubrimiento - uno muy importante, que otras investigaciones, principalmente, el biofeedback, ha confirmado desde entonces. Fue el primero en demostrar que podemos aprender a funcionar con conciencia en los niveles Alfa y Theta.

Otro descubrimiento, uno igualmente sorprendente, pronto iba a venir.

La hija de Silva puede leer la mente.

Una noche, la hija de José estaba en su estado alfa y José empezó a hacerle preguntas sobre sus estudios. En generalél hacia una pregunta y ella respondia. De repente, la rutina cambió.

José empezó a formular la pregunta en su mente en primer lugar, antes de hacerla. De repente, su hija responde a la pregunta que él estaba pensando - antes que él la dijera.

Repitió una y otra vez. José sólo formulaba la pregunta en su mente y ella la respondía. Ella estaba leyendo su mente.

Durante los próximos 10 años José Silva entrenó a 39 niños de Laredo, con resultados aún mejores, ya que mejoraba sus técnicas un poco con cada niño.

Él había desarrollado el primer método en la historia que puede entrenar a cualquier persona utilizar la percepción extra sensorial, y él tenía 39 experimentos repetibles para probarlo. Ahora, habia que empezar a perfeccionar el método.

El Curso Silva empieza a tomar forma

Dentro de los siguientes años, José ha desarrollado el curso de entrenamiento de la mente, que ahora puede ser aprendido con el curso de estudio en el hogar Silva. En aquel entonces tomaba de 40 a 48 horas. Desde entonces se ha reducido a 18 y 20 horas a través del perfeccionamiento de las técnicas.

Estos largos años de investigación han sido financiados por las empresas de José. Ni becas universitarias, fundaciones o gobierno estaban disponibles para un campo tan inusual y desconocido de la investigación. Con todo este éxito, José no se convirtió en una celebridad, ni un gurú o líder espiritual con seguidores o discípulos. Era un hombre sencillo de formas simples, que habló con el acento suave, casi perdido de un mexicano-americano. Era un fornido, hombre robusto con una cara amable que fácilmente las arrugas en una sonrisa. Millones de graduados y estudiantes envian su agradecimiento desde todas partes del mundo.

La prensa también escribió sobre el nuevo programa de Silva. El siguiente extracto de un 16 de abril 1972 artículo del New York Times "¿Puede el hombre controlar su mente?" lo dice todo.

Cada vez que alguien le decia a José: "José, has cambiado mi vida!" Una sonrisa aparecia en su cara y aclaraba: "No, yo no lo hice. Usted lo hizo, con su propia mente. "

José falleció en febrero de 1999. Pero su trabajo continua, en el Instituto de Silva Internacional a cargo de una de sus hijas, Laura Silva se continúan haciendo investigaciones para desarrollar cada vez más el potencial humano.

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