Falsos Mitos y Verdades Sobre el Trastorno Bipolar
Afrontemos antes que nada una verdad incontestable: la gran mayoría de la gente desconoce por completo la enfermedad. El Trastorno Bipolar sigue siendo un gran desconocido y se usa injustamente para definir a veces a personas que se enfadan, a personas que están deprimidas o a personas que por naturaleza no son muy dadas a relacionarse con los demás. No es raro tampoco escuchar a alguien decir que alguien es “bipolar” sólo porque ha cambiado de opinión en algo o porque no encaja en ninguna otra categoría.
Por desgracia, también basta una búsqueda rápida en cualquier buscador de Internet para leer en mil y un foros comentarios de adolescentes que se tildan a sí mismo de bipolares sin haber recibido ningún diagnóstico médico. El Trastorno Bipolar NO es un estado de ánimo ni una forma de ser. Es una enfermedad que puede llegar a ser terrible y que en ocasiones lleva a quienes la padecen al límite de su capacidad física y psicológica.
Por fortuna también se puede luchar y ganar contra ella. El primer paso es separar los mitos de las verdades.
Falso Mito 1: Todos los bipolares se columpian constantemente entre la manía y la depresión.
¡Falso, falso, falso! Bueno, casi siempre. Lo cierto es que algunas personas sí alternan entre la manía y la depresión rápidamente (cicladores rápidos), pero la gran mayoría sufren de depresión mucho más a menudo que de episodios maníacos. De hecho, la manía en muchos bipolares puede ser tan suave, que suele pasar desapercibida.
Por supuesto, también hay bipolares que pasan días, semanas e incluso meses sin padecer ningún síntoma. A veces esta situación de “paz” emocional (llamada Eutimia), se debe a una medicación correcta, a un ambiente estable o a un grupo de apoyo eficiente… pero otras simplemente ocurre, hablando claro, de forma espontánea. Sí, la evolución de un Trastorno Bipolar todavía sigue siendo un misterio a veces, pero por fortuna cada vez se estudia y se conoce más. No sería de extrañar que ésta fuera la década en la que se consiga dar un paso de gigante en la lucha
Falso Mito 2: El Trastorno Bipolar sólo afecta al estado de ánimo.
¿Qué? ¿Cómo? ¡Falso, falso y más que falso! Aunque parezca mentira a estas alturas del siglo XXI, todavía muchas personas consideran a los bipolares “deprimidos”, “inestables” o incluso los tildan de “paranoicos”. Pero el Trastorno Bipolar no es estar siempre triste, ni tampoco es una manera “distinta” de sentirse, ni por supuesto es una mera pataleta emocional. Los bipolares sufren una enfermedad con consecuencias que, sin tratamiento adecuado, pueden ser terribles para el paciente y para las personas de su entorno.
El Trastorno Bipolar “juega” con el estado de ánimo y el humor, pero también afecta al nivel de energía, al juicio racional, a la memoria, a la concentración, al apetito e incluso al deseo sexual. ¿Por qué? Porque es una enfermedad originada en el cerebro y que afecta las conexiones entre neuronas. Estas conexiones afectan a TODO lo que hacemos, a TODO lo que pensamos y a TODO lo que en definitiva creemos que somos. Por eso es importante atender de forma especial a los “bajones” en la auto estima de los pacientes, que puede llevarles a estados de ansiedad o incluso a caer en las drogas o el alcohol.
Por último también se ha demostrad que los afectados por Trastorno Bipolar corren un mayor riesgo de sufrir hipertensión, migraña e incluso la diabetes.
Falso Mito 3: Un bipolar diagnosticado no puede mejorar porque no se ha descubierto ninguna cura fiable, ni puede llevar una vida normal.
Si no fuera de mala educación, de verdad que me echaría a reír. ¡Es una mentira como una casa! ¡Es completamente falso! Y lo peor de todo es que esto mismo es lo que suelen espetar las personas más ignorantes en la materia del mundo. Pero en el fondo no es sólo culpa de ellos, sino también de los propios afectados que en no pocas ocasiones exteriorizan su sentimiento de estigma.
Sea como fuere -y apoyan mis palabras miles de historias de éxito y superación en el mundo- es falso que un bipolar no pueda llevar una vida normal e incluso sobresaliente. Muchos bipolares tienen carreras profesionales brillantes, relaciones familiares y de pareja felices.
No es mi intención engañar a nadie. Vivir y afrontar el trastorno bipolar no es fácil, pero con el tratamiento correcto, las técnicas adecuadas para manejar los síntomas y un sistema de apoyo bien diseñado se puede alcanzar una vida plena y FELIZ. Es un hecho, una realidad y una esperanza que nunca nadie le debería quitar a un bipolar.
Falso Mito 4: Además medicación no hay nada en el mundo que se pueda hacer para controlar un Trastorno Bipolar.
Hasta hace unos años, ésta era una de las grandes verdades científicas sobre la enfermedad. Pero a día de hoy ningún experto se atreve a cuestionar que es falso. ¡Falso, falso, falso!
Sí, la medicación es el cimiento irrenunciable para el tratamiento efectivo del Trastorno Bipolar, pero se ha demostrado una y otra vez que sin aliados más mundanos, su índice de éxito es mucho menor. La terapia emocional y las técnicas de autoayuda juegan un papel esencial para la vida de un bipolar.
Se puede aprender a controlar la aparición de síntomas, a “verlos venir” antes de que ocurran. También se pueden atenuar los efectos del Trastorno Bipolar siguiendo rutinas diarias específicas, monitoreando los ciclos de la enfermedad y creando un círculo cercano de “aliados” para luchar contra la enfermedad. Dormir bien, comer sano y evitar el estrés son sólo tres hábitos que por sí solos pueden marcar la diferencia entre un bipolar estable y uno que sufre.
A todos los amigos que he hecho a lo largo de los años les hago la misma pregunta: ¿Merece la pena no intentarlo?
Toma hoy, por fin, las riendas de tu vida.
Jose L. Gonzálezhttp://www.TrastornoBipolarWeb.com
José Luis González es periodista, redactor y guionista profesional, especialista en trabajos freelance para todo tipo de webs, empresas y agencias. Si necesitas textos formales, creativos o con gancho, confía en mí. ¡Ser&
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