Formación y competitividad
Los avances tecnológicos que se esta viviendo en esta década y la implantación de unas relaciones económicas cada vez más globalizadas, están provocando unos grandes cambios en el MANAGAMENT de las empresas. En definitiva estamos asistiendo a una ampliación y modificación del escenario en el cual se encuentra inmerso la empresa.
Los trabajadores necesitan utilizar nuevas herramientas tecnológicas, así como una mejor preparación para afrontar la entrada en nuevos mercados, todo ello conlleva un acción o plan de formación continua por parte de las empresas para cualificar a sus trabajadores.
Debemos también destacar, que España por pertenecer a la UE, esta sometida a una legislación europea que en muchos casos supone cambios en nuestro ordenamiento jurídico, que las empresas tienen que adaptar. Por ejemplo en el año 2008 ante la entrada de nuevo plan general contable o recientemente ante la ley orgánica de protección de datos, cuyo origen están en la armonización de las legislaciones interiores con la comunitaria.
Una falta de planificación o estrategia de formación ante las circunstancias expuestas, puede mermar seriamente la competitividad de la empresa.
Algunos organismos internacionales inciden seriamente en la falta de competitividad de la economía española, curiosamente España se encuentra entre los países menos avanzados en políticas de formación (datos publicados por Eurostat). Formación y competitividad parecen estar relacionadas.
Una encuesta realizada por Eurobarómetro a 18.000 personas de los 15 estados miembros más Noruega e Islandia arrojaba algunos datos muy interesantes. Los entrevistados tienen claro que para prosperar en esta Europa del siglo XXI, hay que poseer unas buenas competencias en nuevas tecnologías, idiomas y capacidades de comunicación.
Muchas entidades, quizás las más rentables, tienen claro que la formación constituye un valor estratégico. La empresa debe convertirse en una organización donde se enseñen valores profesionales. La formación es el primer paso para la mejora de la productividad y consecuentemente de la competitividad de la empresa.
La formación no solamente es una manera eficaz de transmitir una buena cualificación al trabajador, también se enmarca como una piedra angular en las políticas de recursos humanos. La participación en un curso puede significar el reconocimiento y la fidelización de los trabajadores con su entidad. Las empresas modernas tienen claro que los Recursos Humanos constituyen una de las estrategias competitivas de hoy en día
Podemos concluir que las entidades que son más competitivas y productivas son aquellas donde hay más formación. El capital humano es el activo más importantes de las empresas y para poder competir se hace necesario que este suficientemente formado y con sus competencias profesionales permanentemente actualizadas. La formación debe ser una estrategia de negocio.
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