Imagen y Presencia del Líder

Sin duda la presencia del líder es de suma importancia, tal como sería la primera impresión al conocer a una persona, solo que esta vez los ojos de todos los integrantes de la organización están en vista de cada movimiento del líder, éste será observado a detalle, juzgado, al mismo tiempo que comparado con otros líderes o bien con su antecesor. Por ello la imagen a través de la cual se maneje es determinante para el futuro de la organización.

Cuando el líder se dirige a su equipo de trabajo para tomar la palabra, se espera siempre una participación elocuente, acorde con tema del cual se habla, siempre esperando frases de motivación grupal, que se sienta el espíritu del liderazgo. El líder debe poseer una inteligencia lingüística, un don que poseen los  poetas y letristas, escritores y oradores, sin embargo; no todos los líderes son poetas, ni escritores, sino simplemente tiene la facilidad de palabra, un timbre de voz fuerte y claro, y le imprimen a cada palabra un sello peculiar, lo mismo que algunos tiene un carisma que les permite hasta titubear y utilizar un lenguaje coloquial. Otro aspecto de importancia alrededor de la imagen del líder es su lenguaje corporal, aquel casi imposible de disfrazar, que enfatiza el mensaje que se pretende dar a conocer; algunos líderes lo utilizan al expresar su carácter, su fuerza, la emoción con la que nos invitan a seguir nuestro objetivo.

Hoy debido a la gran importancia que tiene la imagen y la proyección de los líderes, sobre todo en el campo de la política, se tiende a solicitar apoyo de asesores; a estos se definen como aquellos consejeros, que acentúan la importancia del aspecto estético sin alterar la personalidad, del individuo que en este caso es el líder, ayudándole a lucir una reputación óptima y mejorando la interacción con su entorno,  ya sea económico, político o social. Entre sus actividades está la de dictar la línea que se ha de seguir, se puede ver como el proceso al que se somete un producto para comercializarlo, en base a estadísticas, percepciones de cierto grupo al que se desea atrapar la atención o convencerlos de la idea que  pretenden alcanzar, pero sobre todo que acepten que  eres la persona idónea para dirigirlos.