Cultura de la Calidad

En México, siempre ha sido muy difícil implantar un sistema de calidad en nuestras empresas y organizaciones, a pesar de tener personal altamente calificado para llevar a cabo funciones y actividades específicas, nos cuesta mucho trabajo el proceso de documentar todo lo que hacemos.

Cuantas veces no nos hemos encontrado con empresas y organizaciones altamente competitivas, con personal calificado, que cumple con estándares internacionales y que no logra competir con empresas transnacionales por no contar con certificaciones y que les cuesta mucho trabajo dar ese gran paso.

Lo anterior, en muchas ocasiones es porque el personal directivo, administrativo u operativo no tiene la cultura de la calidad y simplemente no les interesa, ellos desde su desarrollo educativo, nunca tuvieron esa idiosincrasia,  a ellos nunca les inculcaron ese ambiente laboral, ellos hacen bien su trabajo, cumplen con metas y objetivos y para ellos su trabajo y resultados son de gran calidad.

A pesar de ello, en muchas empresas de gobierno hemos sabido aplicar excelentes modelos de calidad, lo que nos ha permitido desarrollar sistemas con grandes resultados, al grado de lograr reconocimientos internacionales en materia de calidad.

Para continuar con estos logros, considero que debemos  de fijar el objetivo en la educación, desarrollando  programas  y cursos en niveles  básicos como  Secundaria y ahora Preparatoria, en donde podamos impartir talleres, cursos, pláticas, conferencias, etc. con materias enfocadas a la cultura de la calidad.

Con lo anterior, las próximas generaciones de trabajadores en México, podrán incorporarse al entorno productivo con conocimientos básicos de calidad, que le permitan desarrollarse en cualquier empresa que cuente con modelos implantados.

Así mismo, si desde los estudios básicos inculcamos a nuestros hijos esta cultura de la calidad,  no solo lograríamos  hijos preparados, si no futuros trabajadores de calidad, que cuando se presenten en cualquier empresa les sea más sencillo participar y sobre todo involucrarse directamente en el modelo de calidad que tenga implantado la organización.

El reto es muy grande y depende de grandes cambios de estructura, pero depende de nosotros iniciar con este cambio, depende de cada padre de familia, de cada ciudadano que tenga la disposición y las ganas de hacer algo más en su familia, en su comunidad, que quiera poner su granito de arena, cambiando esa cultura de conformismo, si iniciamos a cambiar en casa esa cultura, nuestro hijos, que serán la futura fuerza trabajadora del país tendrá mejores oportunidades para desarrollarse.