El contenido programático y su problematización en las asignaturas informáticas

Introducción

          &n bsp;      Resulta interesante pensar en un análisis subjetivo sobre los contenidos que se brindan en las escuelas, es decir, plantear como fundamental la necesidad de problematizar los contenidos programáticos. Esta afirmación se basa en la realidad de que los contenidos curriculares son establecidos por expertos sin experiencia docente, es decir, individuos que no se encuentran en el día a día frente al proceso educativo y desconocen las necesidades reales de los alumnos.  Esto produce la verticalidad, descontextualización y falta de análisis y problematización de los contenidos.

Desde las teorías que plantean la reflexión sobre las propias prácticas, se propone que el docente analice profundamente los contenidos proporcionados, buscando estrategias que permitan enriquecerlos con el objetivo de generar una mirada crítica en los alumnos. Nos centramos en ésta propuesta, dado que la alternativa es un cambio de raíz, es decir, un cambio en el currículo. Debido al aspecto prescriptivo del currículo, una modificación de esas características no se encuentra al alcance del docente. Lo que queda es el trabajo profundo de manera cotidiana en las instituciones y aulas con el fin de lograr mejoras significativas.

 &nbs p;               El campo puntual en el que nos desempeñamos, la informática, ofrece muchas alternativas de cara al aprendizaje de las distintas tecnologías que existen; cuáles son mejores y peores, correctas y/o útiles, deberían depender de quiénes las aprendan y apliquen.

Pero ¿Cuál sería esa elección final? En la actualidad, queda en manos de la institución en base al programa establecido que, en casi la totalidad de las veces, no tiene en cuenta todas las posibilidades existentes.

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En las asignaturas que se relacionan con la tecnología, los primeros pasos se dan en base a un  sistema operativo. Si preguntáramos a los alumnos qué sistemas operativos conocen, la respuesta más común sería “Windows”. Esto se da debido a la falencia que existe en los currículos, en los cuales se establece una plataforma tecnológica para trabajar y se avanza en toda la materia, y en ocasiones en carreras universitarias en su totalidad.

Teniendo en cuenta este ejemplo, Windows es la plataforma más utilizada en el mercado por las grandes empresas, es por ello que en los programas escolares, que están totalmente vinculados al poder, es la plataforma por defecto.

Quien enseña debe: tomar una postura reflexiva, decidir de qué manera problematiza el contenido desde la posición de docente crítico y no sólo ejecutor, partir del currículo para desarrollar la temática pero presentarla como una opción con ventajas y desventajas, analizar su relación con el poder y su protagonismo en el mercado, pero más importante aún, enseñando sobre (en este ejemplo puntual) los otros sistemas operativos  y aplicativos de base que existen (Linux, Mac, procesadores de texto no pagos y licencias especiales, etc.).

La problematización se puede aplicar en todas las asignaturas y programas de una institución, basta con tomar una posición epistemológica para comenzar a producir el cambio.