Ética y Liderazgo
Actualmente en la sociedad, existe una falta de virtudes provocado en gran parte por el modelo educativo actual preocupado más por la competitividad de las personas que por el desarrollo integral como ser humano, lo cual ha provocado una falta de liderazgo generalizado, esto último está muy ligado a la falta de conocimiento y aplicación de la ética como base para la formación de los seres humanos tanto en casa como dentro de las aulas educativas.
Decimos que la falta de liderazgo está relacionada con la ética ya que tal como la historia de la filosofía la define, esta tiene como objeto la interpretación de los hecho de la vida humana, esto es, el conocimiento de lo que está bien y lo que está mal en la conducta humana, así pues, la ética es el estudio de lo que está bien y lo que está mal, de lo bueno y lo malo en la conducta humana es decir, de a todas aquellas acciones que la persona puede darse cuenta y controlar. Lo bueno es todo aquello que conserva y perfecciona la naturaleza del ser, lo malo es lo contrario, es la ausencia de algo bueno.
Los líderes deben saber esto porque deben estar comprometido a lo que debe ser su buena labor, además que sus seguidores son Seres Humanos y como tal también pueden tener las carencias mencionadas. Para iniciar, debemos conociéndonos a nosotros de manera profunda, hacernos responsables de nuestros actos formándonos en virtudes y desarrollando buenos hábitos.
Una incorrecta definición del Ser Humano, puede hacer que el líder dirija a sus colaboradores como si fueran piedras, vegetales o animales, en la empresa contemporánea todo se encuentra diseñado para mediatizar a la persona, convirtiéndola en instrumento de la cosa, siendo así que es la cosa la que debería ser instrumento para la persona, en el sentido filosófico, el fin de toda empresa debe ser el desarrollo de la personas, lo decimos teniendo en cuenta el principio formal que nos impide considerar a la persona como instrumento pensado para el trabajo, por esto la organización debe tomar en cuenta a la persona, ya que el fin lo es la persona, no la organización.
Para poder comenzar la transformación de la organización, debemos tomar conciencia de la transformación de la persona, no podemos cambiar todo y no podemos controlar todo en nosotros. Por eso es importante conocer lo que puedo cambiar y lo que puedo controlar en mí, y la naturaleza de dicho cambio. El primer paso para poder cambiar es ser humilde para aceptar que algo en mí puedo cambiar, seguido de un conocimiento de lo que puedo y no puedo cambiar, culminando con acciones que dirijan mi cambio, esto requiere de un gran trabajo, esfuerzo y voluntad.

Horacio Valdez H





































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