De Santo Sudario y otras reliquias
Muy recientemente la iglesia católica decidió exhibir de nuevo el santo sudario de Turín, es decir, ese pedazo de tela que cubrió a Jesús en su tumba y sobre el cual se puede observar dibujado el cuerpo y el rostro del Salvador. La reliquia ha sido exhibida, enmarcada, con un vidrio de protección y colgada de forma horizontal en el interior de la catedral de Turín. Esa, tal vez, es la reliquia más conocida (ha sido objeto, incluso de varias películas), pero no la única expuesta o "venerada" por la iglesia católica. Recordemos para empezar el hecho de haber dos "sábanas santas" o sudarios más, en poder de la iglesia: uno se venera en Sangüesa y el otro en la catedral de Oviedo-España. No pretendo aquí argumentar sobre la veracidad de ellas, pues se me tildaría de irreverente con la Sacra Congregatio Pro Sacramentis et Cultu Divino (S.C.S.C.D.), autoridad católica encargada de tan significantes "autenticaciones", sino, simplemente, describir algunas de las cuales el católico común y corriente no tiene noticia. Empecemos por varias de las más importantes relacionadas directamente con Jesús Cristo. Se venera, por ejemplo, el ombligo santo, también llamado el santo cordón umbilical del niño Jesús, de los cuales se encuentran varios pedazos: uno en la iglesia de Santa María del Popolo (Roma), otro en Chalons (Francia) y otro en San Martino (Italia). Pero, también se rinde culto en Amberes (Francia) y Santiago de Compostela al santo prepucio de nuestro Señor Jesucristo. Al mismo tiempo se puede mencionar el cuchillo con el cual circuncidaron a Nuestro Señor, expuesto en el Museo di Prehistoria Contemporánea. También la leche de la Virgen María, se conserva en la Catedral de Oviedo y Santa María de Popolo.
Con respecto a la última cena debemos empezar por el santo Graal o el Cáliz. Resaltamos como los más conocidos aquellos a los cuales se rinde culto en la Catedral de Reims (Francia) o en un convento en Lyon de cuyo nombre no me acuerdo y el "santo cantino" de Génova. Pero también se conservan sobrantes de lentejas y pan de la última cena, en el Sancta Sanctorum (capilla situada en el Vaticano en donde sólo puede decir misa el Papa) y el Museo di Prehistoria Contemporánea. El mantel de la última cena se exhibe, una vez por año, en la iglesia de Coria (España). La mesa, es propiedad de la Catedral de Sevilla.
Intimamente relacionadas con el martirio y la muerte de Jesús se conservan los clavos de la crucifixión, en la Catedral de San Pedro (Vaticano), la caña con la cual se le alcanzó la esponja de vinagre y la misma esponja de vinagre, en el Sancta Sanctorum, la lanza con la que Longinos hirió el costado de Cristo, en la Catedral de San Pedro, las espinas de la corona de Cristo, en las catedrales de Oviedo y Sevilla. ¡La sangre misma de Jesús es venerada en Venecia! Otras reliquias más "curiosas" son el anillo nupcial de María, propiedad de los herederos de un difunto Obispo de Toledo, la campana en cuya fundición se utilizó una de las treinta monedas de Judas, exhibida en Velilla del Ebro (España), las lágrimas de la Virgen María, veneradas en Vendôme (Francia), la toalla utilizada por Jesús para lavar los pies a sus discípulos (Valencia) y una paja del pesebre de Belén conservada en la Santa María la Mayor (Roma).
Se podrían mencionar muchas más. Y sobre todas ellas se podrían abrir polémicas ardientes. Todas ellas pudieran servirnos como pruebas de la existencia de Dios. Pero en eso estamos completamente de acuerdo con lo dicho por la Iglesia Católica a raíz de la exhibición del santo sudario: "a los creyentes nos basta con el evangelio".
Carlos Mauricio Iriarte Barrios http://carlosmauricioiriarte.blogspot.com
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