El Espíritu es el fundamento del Universo

(Artículo publicado en el diario Correio Braziliense, de la capital federal, en octubre de 1993)

El día dos de octubre, estuve inspeccionando la construcción de los subsuelos del Parlamento Mundial de la Fraternidad Ecuménica, que, arquitectónicamente viene surgiendo de las entrañas de la tierra, así como su ideal va naciendo de las entrañas de Dios. Ahora sabemos que la gran verdad que la Ciencia humana comienza tímidamente a vislumbrar consiste en el hecho de que el fundamento del Universo no es material, sino espiritual. En breve todos comprenderán que el Espíritu (Energía Inteligente) es el verdadero sustento de todo.

Uno de los mayores mensajes de este Parlamento Ecuménico es la necesidad de descubrir nuestro origen, porque, a la vera del Tercer Milenio, la ignorancia sobre lo que fuimos ayer, lo que somos hoy y lo que seremos mañana (así como la consecuencia moral de ese conocimiento) continúa siendo mucha. El Hombre se colocó sobre el pedestal de la ciencia materialista y piensa que la suma resume todo, censurando irónicamente al "primate supersticioso". Sin embargo, en el campo casi inexplorado del saber espiritual, cuestiono: ¿dónde se retrasa todavía la humanidad, a pesar de todo su proclamado avance tecnológico, sino un poco por encima del primarismo sobre los asuntos relacionados al Espíritu? Cuando escribimos sobre "El alcance del Templo de la Buena Voluntad", monumento al lado del cual se está construyendo el Foro Ecuménico, proponíamos las bases de algo enteramente nuevo, como dice el Dr. Célio de Souza, reconocido jurista de Brasilia, hablando a nuestro querido Hermano Haroldo Rocha, Ministro de la Religión de Dios: "Ese Parlamento es algo totalmente nuevo". Y lo es. Se trata de un Foro en el cual no sólo los seres reencarnados, que somos nosotros, hablarán, sino que también tendrán oportunidad de manifestarse por intermedio de la meditación y de la oración, con toda su potencia moral e intelectual, los hombres sin cuerpo, los Espíritus, que constituyen la comprobación de nuestra existencia verdadera: la del Mundo todavía Invisible a los deficientes sentidos físicos.

La criatura de Dios no es solamente cuerpo, es sólo un cuerpo pasajero y eternamente Espíritu. ¿Cómo colocamos el episódico por encima de lo eterno, incluso, y principalmente, en la Política? Con todo, es vital que sigamos, paso a paso, las instrucciones del Cristo: Dios no es Dios de muertos, sino de vivos. Como no creas en esto, erráis mucho (Evangelio de Jesús, según Marcos, 12:27).