Cuando el futbolista goza de la confianza del entrenador
Es cierto que hay futbolistas que en función del entrenador que los dirija, varían sustancialmente su rendimiento, y una de las causas principales es el nivel de confianza y apoyo que un técnico le brinde a un jugador.
Cuando un futbolista salta al campo y sabe que goza de un respaldo total por parte del entrenador, lógicamente afronta el partido más motivado y con mucha más tranquilidad, por que sabe que si en un momento dado las cosas no le salen del todo bien, va a sentirse siempre respaldado por la persona que dirige al equipo, y eso es algo fundamental que le hará tener más seguridad en sí mismo, y las posibilidades de que su rendimiento sea positivo aumentarán considerablemente.
Un jugador puede ser titular indiscutible una temporada, y a la siguiente desaparecer por completo de las alineaciones cuando se produce un cambio en relación a la persona que se va a sentar en el banquillo. El jugador, que hasta hace poco tiempo era protagonista absoluto en su equipo, pasa al ostracismo total ya que no entra para nada en los planes del nuevo entrenador. Esto es algo que se suele dar en el mundo del fútbol con frecuencia.
El hecho en cuestión, sucede simplemente por que cada entrenador tiene sus ideas y a unos les encajan en sus planes un determinado tipo de futbolistas, con unas cualidades concretas y a otros no, por que prefieren jugadores de características completamente diferentes.
Por eso en función de esas preferencias un jugador que no se ve respaldado por su técnico, que no cuenta con su apoyo continuo, puede ver mermado su rendimiento con relación al que tenía cuando lo dirigía otro técnico que sí confiaba en él y le mostraba incondicionalmente su apoyo.
Puede darse igualmente el caso de que haya dos entrenadores que coincidan en sus criterios futbolísticos sobre un jugador y lo valoren los dos en igual medida, pero como cada entrenador es diferente en su forma de ser y de hacer las cosas, uno por ejemplo es de los que habla continuamente con el futbolista, lo anima, lo motiva y lo apoya y otro, igual es más reservado, menos comunicativo o no domina lo suficiente la faceta psicológica para saber sacarle el máximo rendimiento a sus jugadores.
Paco Arias.
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