Bienvenido al siglo XXI
A pesar de los continuos “avances”, los seres humanos del siglo XXI somos criaturas exhaustas. Nuestros cuerpos y mentes, que se han ido moldeando a lo largo de millones de años de evolución, se ven sometidos a cambios extremadamente rápidos que apenas podemos asimilar.
Ahí van unos ejemplos del cambio vertiginoso del que hablo:
1. En el entorno físico, hemos inventado más de 10 millones de nuevos productos químicos; que se añaden al agua que bebemos, al aire que respiramos, a los alimentos que comemos y a nuestros productos caseros más comunes. Es la salud que viene.
2. En el entorno psicológico, nuestra experiencia del tiempo y del espacio, ha sufrido un cambio drástico en los últimos cincuenta años. Hemos pasado del tiempo “cíclico” (marcado por la Naturaleza), al tiempo “reloj” y ahora estamos inmersos en el tiempo “express”. Lo que antes podíamos hacer en 1 semana, ahora lo hacemos en 1 día. La distancia que recorríamos en un día, ahora tardamos 1 hora. ¿Quieres hablar conmigo? Conecta el móvil. ¿ Quieres escribirme una carta? Mándame un mail. ¿Quieres ir a algún lugar? Súbete a un avión.
En realidad no vivimos ni en pueblos, ni en ciudades, vivimos en el Mundo Global. Cualquier noticia del último rincón del planeta, nos llegará en menos de 1 hora. ¡¡ Estamos sobresaturados !!
Ahora que acabo de escribir lo anterior, quiero explicaros que una de las estructuras que mantiene nuestro equilibrio psíquico, es la organización temporo-espacial. Traducido, quiere decir, que para los psiquiatras es muy importante comprobar que nuestros pacientes estén ubicados y orientados temporal y espacialmente.
Una manera de definir y “estratificar” el tiempo, es la siguiente:
1. El tiempo segundo, define la conciencia puntual de estar vivo, puesto que en ese espacio respiramos.
2. El tiempo día. Determina nuestro nivel de hábitos; ya que durante el día, comemos, trabajamos, dormimos, etc.
3. El tiempo año. Concreta nuestro nivel de proyecto. En años acabamos los estudios, tenemos hijos, proyectos, etc.
4. El tiempo siglo. Marca nuestro nivel existencial, puesto que en un siglo nacemos y morimos.
Tal y como he dicho, el entramado del tiempo, es una estructura de sostén fundamental para nuestro psiquismo.
Si visualizáis estos cuatro estratos temporales, como si fueran una barrera defensiva a modo de “piel psíquica”, imaginaros, que la enfermedad mental golpea sobre esa barrera. Mientras que las neurosis erosionan las capas más superficiales de los niveles existencial y de proyecto vital, las psicosis se abren paso a lo más profundo de nuestra “temporalidad”. Pueden llegar a destruir los hábitos de la persona (en muchas psicosis el paciente vive de noche y duerme de día), forzandole a un cambio de realidad (delirio).
Una manera de intentar mantenernos a flote y sobrevivir a tanto cansancio, estrés, ansiedad, depresión e insomnio, es la utilización de los fármacos. Pero cuando hablamos de fármacos, no solo me refiero a los que se venden en las farmacias, sino a los que nos auto prescribimos.
Vamos a dar un pequeño paseo por la auto medicación y sus cifras:
1. Frente al cansancio: Cafeína, azúcar o cigarrillos
· 1500 millones semanales de bebidas con cafeína (té,
café y bebidas de cola)
· 6 millones de kilos a la semana en azúcar
· 2 millones de kilos de chocolate a la semana
· 1500 millones de cigarrillos a la semana
2. Frente a la ansiedad y depresión
· 120 millones de bebidas alcohólicas a la semana
· 10 millones semanales de porros
3. Si la cosa se pone muy mal: Al médico. Prestar atención a las siguientes cifras, porque como indiqué en Nutrición y Psicoterapia, la industria farmacéutica continua frotándose las manos.
· 540 millones de tranquilizantes al año
· 465 millones de somníferos anuales
· 824 millones de antidepresivos al año
· 10 millones de visitas por año al psicólogo
La Organización Mundial de la Salud dice que los problemas de salud mental, se están convirtiendo en el principal problema del siglo XXI: 1 de 4 personas sufrirá algún problema de índole mental a lo largo de su vida y 1 de cada 10, lo sufrirá durante toda su vida.
Como veis, hay un gran desequilibrio en nuestras vidas debido a muchos años de nutrición inadecuada, exposición permanente a contaminantes y toxinas medioambientales. Lo más grave, es que esas cifras crecen cada año y parece imposible atenuarlas.
Como decía Marcel Proust “ el acto verdadero del descubrimiento no consiste en encontrar nuevas tierras, sino en ver con nuevos ojos”.
Necesitamos una nueva forma de pensar acerca de la salud mental, donde se incluya el papel de la nutrición y del entorno químico, aceptando que ambos juegan un papel decisivo en nuestra forma de vivir.
Considero que es fundamental combinar una nutrición óptima, con una buena psicoterapia en una gran variedad de problemas de salud mental. En numerosas ocasiones, esta combinación actúa mucho mejor que los fármacos solos; y además, sin sus efectos secundarios.
http://www.psicoterapia-facil-online.blogspot.com
Eduardo Cabau
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