Amor y amistad (o viceversa)
¿Qué diferencia hay entre la amistad y el amor de pareja? ¿Son cosas absolutamente diferentes e incompatibles, o podrían ser complementarias? ¿Podemos enamorarnos de nuestros amigos o ser amigos de nuestros amantes? Más aún, ¿existe la amistad, o sólo hay relaciones consciente o invisiblemente sexuales? Y viceversa: ¿quizá las relaciones sexuales sólo son variantes de la amistad...? Si nos tomamos muy en serio esta clase de preguntas, quizá comencemos a sospechar que nuestras ideas sobre la amistad y el amor están llenas de prejuicios y engaños que sólo causan dolor a las personas.
Mucha gente vive, en efecto, escindida, dividida en asuntos de amor. Sólo pueden enamorarse y tener relaciones sexuales con ciertas personas sin mayor amistad; y sólo buscan empatía y afecto, sin sexo, en ciertas amistades... O eso dicen. Pues todos conocemos muchas situaciones ambiguas y muy incómodas. Por ejemplo, amistades "del alma" que son, en realidad, amores encubiertos (al menos para alguna de las partes). Amores insatisfactorios que buscan "comprensión" en personas ajenas. Parejas muy unidas, pero sin sexo. Triángulos formados por un energúmeno, su pareja insatisfecha y el amante "sensible" (o el amigo "pagafantas"). Infidelidades sin futuro derivadas de todo ello. Represión sexual hacia amigos que indudablemente te quieren. Etcétera.
¿Por qué esta división entre sexo y amistad, entre personas "para hablar" y personas "para enamorarse"? Quizá se deba a profundos conflictos de origen infantil. Si tú, por ejemplo, te enamoraste de tu progenitor hasta casi lo sexual, pero sufriste la culpa o el miedo al castigo, o la vergüenza general hacia tu sexualidad, o el temor a una intimidad excesiva, etc., entonces quizá aprendiste a separar tus sentimientos de tu genitalidad, y a buscar personas con las que compartir por separado ambas cosas... Y esto puede generar mucha soledad innecesaria.
Porque nuestra pareja sexual puede ser perfectamente nuestra mejor amiga. Y tu mejor amigo puede ser muy bien tu pareja óptima. Si la intimidad sexual no es sino la continuación, en lo físico, de la empatía y la ternura; y si éstas pueden ser la continuación, en lo afectivo, de una sexualidad feliz, ¿cuál es el límite -o la diferencia- entre ambas formas de contacto? ¿Por qué habríamos de etiquetar y bloquear los distintos tramos del camino diciendo, por ejemplo, "hasta aquí queremos llegar, pues "sólo" somos amigos (o amantes) y debemos renunciar a las demás facetas que enriquecerían nuestro vínculo "?
Creo, en fin, que la división entre amor y amistad es, en sentido profundo (1), completamente artificial y neurótica. Y que sólo cuando superamos tal división podemos ser más felices en nuestras relaciones.
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1. Otra cosa son, naturalmente, las amistades superficiales sin mayor posibilidad de desarrollo (relaciones sociales, laborales, etc.)
Nota: Por motivos prácticos, uso aquí solamente el género masculino para referirme a ambos sexos.
José Luis Cano Gil. Psicoterapeuta y Escritor. http://www.psicodinamicajlc.com
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