Conocí a Dios
Una tarde, cuando moría el Sol, desperté en una camilla del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas, frente a mí, estaba el Dr. Ítalo Landeo Gastroenterólogo de dicha Institución, quien me había practicado bajo anestesia, una Endoscopía alta un par de horas atrás, puso su mano izquierda sobre mi hombro derecho y acongojada mente me dijo “Miguel tienes Várices Esofágicas grado IV” y siguió consolándome, le agradecí …cuando se marchó hundí mi cabeza entre las piernas y cogiéndome de los pelos lloré mi desconsuelo,¡ sabía lo que tenía!, ¡sabía lo que se venía!…cuando apareció Marujita…disimulé y traté de restarle importancia… sus ojos estaban ya, anegados de lágrimas, Ítalo me había regalado el pasaje al Infierno…el barquero esperaba, Caronte aplaudía, las monedas que cubrirían mis ojos…como cubrieron los ojos de Aquiles, de Héctor…¡estaban listas!... los días siguientes fueron de oscuridad y desconsuelo, el Sol se largó, las tinieblas acudieron en mi auxilio…¡No temas!- me decían-, ven ríndete , no alargues tu agonía y vamos ya!- repetían-…corrí al armario familiar- como hace 19 años- y saqué el Coraje que me dejaron mis padres…¡era la herencia heredada! que estaba aguardando por, corrí a mi adolescencia y encontré a María, la Virgen de toda mi Vida, la Madre de mi hermano…¡La Madre de Dios!, me escondí en su ropa palestina y una voz fuerte y tierna retumbaba en mis oídos ¡ Las tinieblas no será mas fuertes que la Luz!, cuando todo estaba comprobado, Tomografía incluida, análisis de sangre y orina, cultivos orgánicos…Karin me estiró sus manitos desde México, casi llorando, suplicaba “Ven Papá, por favor…” ¡y fui!, a los pocos días, sus labios juvenil es me besaban, días después en medio de sollozos… estiró unos resultado, el papel decía escuetamente ¡Hepato Carcinoma con abundante desmoplasia!--¡todo acabó!, regresaré, quiero que me entierren en el Perú…¡alguien llorará entre las sombras!…, el Gastroenterólogo mexicano Nahúm Sánchez me dijo ¡Miguel necesitas un Trasplante de Hígado para que sigas viviendo, de lo contrario Morirás! …está bien les dije ¡Lucharé!...¡Moriré luchando!, Y en toda esa ruta taciturna del trasplante pude conocer todas las virtudes y cualidades del ser humano, así como todas las mezquindades e indiferencias, supe de apoyo y de indiferencia, supe de solidaridad, de caridad, de desprendimientos, también supe de hipocresías, de Tomistas, de Nihilistas y cuando me trasplantaban supe lo que es el amor por una profesión, la pasión por la cirugía, el amor por el hermano, supe de amigos, supe de amor de mujer, del amor de los hijos cercanos y lejanos, es decir conocí el cielo, conocí a Dios en cada uno de los míos, en cada uno de mis amigos, en cada uno de mis cirujanos, en Europa estaba Dios a través de Coco Arrese y Violeta Tapia, en USA estaba Dios en Ricardo Jiménez, en Carlos Castillo, en Brasil en la persona de Víctor Agüero, en Lima en Amelia y Celso, en Luis Bromley y en tantos amigos, en Trujillo en Pedro Deza y Marleni, en Ana Burga, Mañuco Montalván y tantos más, en José Rodríguez, en Carlos Vásquez, ahí estaba Dios venciendo las mezquindades, la indiferencia, venciendo a la muerte…¡Gracias Dios Mío!

Miguel Palacios Celi





































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