El mundial del 74
En la Alemania dividida se preparaba para recibir el mundial de 1974, mientras occidente finalizaba los preparativos para realizar los mejores partidos de futbol que el mundo haya podido experimentar, Chile firmaba la dictadura de Pinochet, Argentina veía caer a Perón y España observaba morir de poder a Francisco Franco, un planeta cambiante, bipolar y alegre.
Era una nueva Copa del Mundo, con un diseño nuevo pero poco elegante de la Jules Rimet, 16 naciones disputaban de nuevo el codicioso trofeo. Nueve naciones europeas, cinco americanas y dos nuevas naciones, Australia y Zaire tal vez aquí ocurrió un parte aguas para poder observar hoy en día la participación de Asia en una competencia mundialista. Sorpresivamente la Unión Soviética quedó fuera en los partidos de eliminatoria, ya que decidieron evitar pisar el estadio Nacional de Chile por su uso de campo de concentración, de nuevo la historia, marginación y bipolaridad se hace presente en el futbol.
El 74 no sólo se caracteriza por la muerte de David Alfaro Siqueiros, sino por la aparición de un nuevo futbol, conjunto que renovará, reestructurará y evolucionará la manera de jugar al deporte más bello. Holanda y su Naranja Mecánica llegó para quedarse en el balompié internacional, comandada por Cruyff, Neeskens, Rensenbrink y Krol este equipo arrasó con todo, ganando absolutamente todos sus partidos de futbol y llegando con una diferencia de goles de 14, número impresionante para una Copa Mundial.
Pero era de esperarse, “22 jugadores persiguen el balón durante 90 minutos, siempre los alemanes ganan” se repetía la historia del 54, donde Alemania logra vencer a una Hungría poderosa. De la mano del ‘Káiser’ comandando la retaguardia, Maier comportándose como acero en la portería y Müller como uno de los mejores arietes, la Alemania Occidental desaparecía de la faz de la Tierra a la Naranja Mecánica .
Luego de realizar un bello Mundial cuatro años antes, la selección mexicana no logró clasificarse al 74, luego de ser partícipes de la mano de Dios, de ser testigos y de albergar a los dos mejores jugadores del mundo, la selección mexicana cerró las puertas y no viajó a Alemania. Muchos rumores, poca productividad en ese entonces de nuestra selección.
Los lugares fueron repartidos de la siguiente forma, el campeonato se lo llevo Alemania Occidental, el subcampeonato fue para Holanda, la tercera posición para Polonia y Brasil se conformó con la cuarta posición.
El futbol mexicano es parte de una cultura deportiva en América
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