Violencia en el futbol de México

El futbol de México aún no está tan metido en el mundo de la violencia, afortunadamente es un problema que a pesar de que ha afectado y alejado a la gente de los estadios aún no llega a los niveles que alguna vez dieron los Hooligans en Inglaterra o las barras bravas en Sudamérica.

Por ejemplo, en un clásico de futbol mexicano si aparecen gritos, insultos, amenazas pero sin llegar a los extremos que suceden en un Boca Juniors contra River Plate en Argentina, partido de un alto riesgo.

Actos que incitan la violencia parecen pasar inadvertidos para la mayoría de los aficionados, pero una sola palabra altisonante parece provocar demasiadas cosas.

Un ejemplo se dio en el partido eliminatorio ante Estados Unidos en marzo del 2013. Se lanzaban insultos entre aficionados (mejor dicho pseudoaficionados) de ambos países hasta que un joven lanzó una cerveza a los estadounidenses.

La policía se mostró incompetente y no se veían decididos para agarrarlo hasta que pidieron la autorización de sus superiores y ahí, en pleno partido y con el mexicano que lanzó la bebida distraído lo agarraron a la fuerza, provocando la furia de sus compañeros, quienes golpearon a los uniformados.

Los granaderos no pudieron contra los tres agresores y los dejaron en sus butacas.

Todo transcurría como si nada hubiera pasado y poco antes de que terminara el partido, volvieron a intentar tomarlo, pero se resistieron, se hicieron de palabras y salieron del Estadio Azteca como si nada hubiera pasado.

Puede parecer un acto que no llama mucho la atención sin embargo hubo palabras mayores a los asistentes que apoyaban a la selección de las barras y las estrellas, les lanzaron de otro.

No hay que culpar a los mexicanos, pues también los vecinos del norte se burlaron por el empate obtenido, provocando la ira de los demás.

Son pequeños acontecimientos que en algunas ocasiones suelen terminar de manera fatal y que la gente haciendo pequeños esfuerzos podría evitar.

Otro factor sería obtener policías más capacitados, ya que no es posible que no hayan podido con tres jóvenes que los golpearon.

En Argentina ya sobrepasó los niveles que alcanza la coherencia y sería importante intentar que en el clásico del futbol mexicano nunca llegue a pasar algo similar, pues al futbol de México le urgiría recapacitar ahora que aún es tiempo.