Teoría de Sistemas : Evolución y Sustentabilidad
A lo largo de la evolución del hombre en la tierra, hemos podido remover paradigmas que han marcado la pauta para lograr descubrimientos notables e inimaginables que han influido en el desarrollo de nuestra civilización y de nuestro entorno social y económico. Tan sólo el hecho de poder viajar a través del aire o enviar satélites, hubiera sido impensable hace cien años.
Sin embargo, en nuestra búsqueda actual por la mejora continua dentro del avance vertiginoso de la globalización, se hace necesario el prestar atención al entendimiento de los diferentes sistemas que están interrelacionados entre sí y en los cuales nos desarrollamos e interactuamos.
El enfoque sistémico, de acuerdo a lo establecido por los autores Von Bertalanfy y Ackoff Russell entre otros, ha desarrollado diferentes conceptos en la búsqueda de un mejor entendimiento de aquellos sistemas que nos ayudan a sustentar y dar continuidad a nuestra civilización, de tal manera que influyen en el desarrollo humano, su entorno social , económico y ecológico de una manera equilibrada.
El enfoque sistémico nos plantea nuevos alcances, ya que es un concepto que permite integrar y analizar diferentes situaciones, considerando los elementos y las relaciones de él o los sistemas con su entorno. A partir de estas consideraciones, se establecen las conclusiones y pautas pertinentes.
El pensamiento sistémico se manifiesta en diferentes instrumentos como la tecnología y las formas de organizar el trabajo. Por lo tanto, los sistemas tanto administrativos, como sociales y políticos, se pueden analizar desde una perspectiva diferente al lograr entender las interacciones, implicaciones y sinergias que tienen con otros sistemas, dando con ello una mayor asertividad y profundidad en la toma de decisiones. Esto trae como consecuencia resultados exitosos que se ven reflejados en el uso eficiente y eficaz de los recursos (energía), así como de su trascendencia e influencia con el medio ambiente en que vivimos.
La conceptualización y entendimiento de los sistemas, son aspectos cada vez más necesarios ante su inminente complejidad. Actualmente en las organizaciones, el concepto sistémico está presente de manera implícita, pero sin que haya sido utilizado con todo su potencial y alcance.
Un sistema no puede ser considerado como tal, si no tiene un propósito en sí mismo. De igual manera, un sistema puede ser dividido en subsistemas, sub-subsistemas, componentes, unidades o partes, tal y como se presenta en el mismo organismo del ser humano hacia el interior, o bien con los sistemas que se dan en las organizaciones hacia el exterior. No podríamos conceptualizar una organización empresarial, sin contar con áreas o departamentos que interactúan para un propósito en sí. No podríamos tampoco pensar en el uso de vehículos, sin la interacción de sus sistemas mecánicos, eléctricos y electrónicos, pues no cumplirían con su razón de existir.
El enfoque sistémico nos ayuda a tener una visión micro y macro de nuestro entorno, cuyo potencial puede verse maximizado al encontrar que la razón de ser tanto del hombre, como de las organizaciones, se basa en encontrar el equilibrio del sistema, donde lo importante es el bienestar y el desarrollo de las civilizaciones en concordancia con su medio ambiente.
Actualmente podemos escuchar que vivimos diferentes crisis que van desde la económica, social, alimentaria y, la más importante, la de nuestro medio ambiente. Pasamos por alto que las respuestas están en dar a los modelos actuales el enfoque sistémico, en el cual se pueden explicar y solucionar los problemas al estudiar y profundizar las conexiones existentes y su relación entre diversas disciplinas, como son: la biología, la ecología o la economía y con ello tener mayor certeza sobre el comportamiento de los sistemas, ya sea de que se trate de un sistema económico o de un sistema organizacional.
Un aspecto interesante de este pensamiento sistémico, como lo mencionan diversos autores, supone el reconocimiento de una serie de procesos interconectados de manera múltiple y cibernética, que constituyen un sistema complejo y abierto, mismo que evalúa los efectos de la innovación en el futuro. El pensamiento sistémico fomenta el trabajo grupal a diferencia del trabajo individual y va en búsqueda de un objetivo global.
Finalmente, el pensamiento sistémico nos da una perspectiva total y no fragmentada, que tan sólo se puede tener entendiendo las diferentes variables y la manera en que éstas pueden brindar diferentes escenarios que nos ayuden a dar guía y dirección. En pocas palabras, debemos re- orientar el entendimiento en un enfoque que maximice tanto el uso de recursos, como nuestra permanencia y desarrollo en el planeta, en concordancia con nuestro entorno social, económico y ecológico.
José Garay Zarco
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