Calidad Humana: La Belleza de Compartir
Actualmente es muy común escuchar con frecuencia sobre la Calidad en Procesos, en Productos, etc., pero dejamos de lado otro aspecto con igual o incluso mayor importancia dentro de la vida tanto de una organización como de las personas en general: La Calidad Humana.
Entendemos por Calidad al orgullo de ser quienes somos y lo que hacemos y tener la suficiente humildad y dedicación para reconocer que podemos mejorar. Toda calidad se origina en las personas que trabajan dentro de la organización y es un error pensar que viene desde afuera, ya que la organización nace y se hace con una idea y varias manos que trabajen en conjunto para obtener algún fin común.
En muchos momentos de la vida descuidamos nuestras relaciones humanas, sin pensar que de nada serviría tener una buena historia, leer un libro, ver una obra de arte o de teatro si no tenemos a quien compartirle y contarle lo que vivimos día a día.
Los seres humanos somos sociales por naturaleza y dependemos de los demás en todo momento, el compartir conocimientos y experiencia nos ayuda a mejorar, ya que tenemos la posibilidad de segundas opiniones y de analizar acciones y decisiones desde afuera y de esta manera ampliamos nuestra visión acerca de cualquier situación.
Sin embargo, para que este tipo de mejoras se realicen con el mayor éxito posible, debemos preocuparnos y cuidar el no caer ni en la mediocridad y el conformismo como en el perfeccionismo enfermizo, ya que como dice el dicho: “Ni muy muy ni tan tan”. Es deficiente dar poco y es abusivo exagerar. Debemos perder el miedo a escuchar, al cambio, a los errores y a la retroalimentación que podemos obtener de los demás.
El cuidar y estar renovando nuestras relaciones humanas nos ayuda a crecer como personas y como integrantes dentro de la sociedad, lo cual repercute en el comportamiento y desarrollo que podemos llegar a conseguir en el ámbito laboral.
La calidad humana, desde muchos puntos de vista, es una de las características básicas que debemos considerar dentro de la organización, ya que, si contamos con relaciones sanas con el entorno, podemos conseguir mejores resultados.
Para mejorar, debemos hacer un análisis de las acciones y aportaciones que hacemos para detectar errores, posibles soluciones, e inclusive, corroborar que las decisiones que tomamos sean las adecuadas y que obtendremos menos errores y correcciones. Es mejor utilizar el tiempo en buscar soluciones y no en buscar culpables.
Debemos tener un afán constante de superación para tener el entusiasmo y las ganas de crecer y desarrollarnos.
Debemos permitirnos conocer y que nos conozcan para dejar una aportación y un granito de arena a la sociedad en la que vivimos, para tratar de mejorar como personas y como sociedad.
Registro automático