Sociedad y sus extensiones tecnologicas
Hoy en día las empresas más grandes del mundo son capaces no solo de conseguir inmensas ganancias, sino que también generar nuevas necesidades en las personas. Una de las más llamativas hasta el momento era Google®, que comenzó como una herramienta en la búsqueda de información y hoy por hoy es capaz de generar ingresos a millones de personas alrededor del globo. No es necesario acudir a los estudios o encuestas para reconocer que el gigante de las series y películas ha tomado el control del Internet y de la sociedad en los últimos años. Todos recordamos como esta empresa comenzó siendo publicitada por el medio de comunicación contra el que hoy compite, la televisión. Su propaganda se basaba en unos pequeños animales domésticos, conocidos como hámsters o conejillos dentro de una jaula que recomendaban contratar este servicio. Fue una idea que nunca pensaríamos que sería una de las más grandes del siglo XXI, y peor aún, nunca pensaríamos que esta propaganda se convertiría en la realidad que hoy vivimos. Es de ingenuo no aceptar que la opción de tener un cine en nuestra casa, nos limita a movernos, a salir de nuestra zona de confort y a generar una involución en nuestra especie convirtiéndonos en sedentarios. Este artículo no es una crítica hacia el servicio, sino una crítica hacia la sociedad. Como dirían algunos intelectuales de la época, “la culpa es de las generación millenium que no quieren conocer o interactuar con las cosas que nos ofrece el mundo, el problema de esta crítica es no tener en cuenta que hoy, éste es el mundo. Retomando el tema a los jóvenes, ellos solos no son los únicos afectados, personas de otras épocas también fueron golpeadas por las nuevas tecnologías. ¿Qué persona no sale a la calle con un cargador del celular en su mochila o cartera? ¿Sólo los adolescentes hacen esto? Es necesario aceptar la forma en la que se está viviendo para evitar que nos ahoguemos en nuestros propios prejuicios. Pero ¿qué relación tiene la gran “N roja” (así se la denominara a lo largo del artículo) con todo esto? Este increíble servicio se convirtió en una extensión del ser humano, hoy es parte de los planes de las personas sentarse a ver series o películas como si fuese una necesidad primordial dentro de nuestro calendario de “cosas importantes”, en caso de no poder realizarla nuestra actitud cambia rotundamente de forma negativa. Piensen cuántas personas se molestan por no poder tener tiempo de ir al supermercado y cuántas se molestan por no poder ver un capítulo de una serie. Sabiendo que la primera es una actividad de suma importancia ya que hay que alimentarse, en el caso que una persona no puede concurrir al supermercado busca alternativas como: pedir comida a domicilio, combinar las famosas “sobras” de otras comidas, ir a un restaurant, reducir la porción promedio de la misma o incluso no comer. Pero, si no funcionase la plataforma “N” no buscamos una alternativa, sino soluciones para que esta actividad sea completada, por ejemplo: reestablecer el WiFi, cambiar de dispositivo o reiniciarlo, buscar soluciones en foros de internet o incluso prever que pueda haber algún error y descargar capítulos o películas anteriormente. No considero que sea necesario que esta aplicación desaparezca ya que generó trabajo para miles de personas, también establece relaciones de confianza entre las personas como por ejemplo: compartir la cuenta entre amigos, o entablar temas de conversación y o debate. Esta misma que hoy sí es una red social genera ideas para proyectos y amplía los conocimientos de las personas (ya sea por ver películas en inglés y mejorar el idioma como también aprender de documentales sobre otras culturas, animales, oficios, etc.) y por último nació un sentimiento de conexión entre aquellos que comparten gustos similares en la cultura cinematográfica. Sin embargo, considero apropiado entenderlo no como una actividad, sino como un momento de esparcimiento y es necesario que las personas puedan regularse a sí mismas para evitar que esto se convierta en una adicción y genere un ciclo de irregularidades en la vida cotidiana y profesional de las personas. Finalizando con este artículo, mi objetivo es dar a consciencia que esto no es una crítica hacia la “N” sino hacia la sociedad que recibe críticas constantemente y esta es una más. Tampoco pretendo que se sientan ofendidos, el que lo sienta de esa manera es porque sabe que abusa de la plataforma. Mi intención es que podamos recapacitar de si es necesario depender constantemente de las cosas, las cuales pensamos que nos dan un momento de ocio, pero no, se lo considera negocio. Por lo tanto, ¿ustedes consideran que es correcto llamar a estas plataformas una extensión de nuestro cuerpo?
Nacho Ventura. nachitovb1890@hotmail.com +5491134891310 (Buenos Aires, Argentina)
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