Las herramientas básicas de los docentes novatos

Ser profesor novato o profesora novata, enfrentarse a una clase por primera vez, es una experiencia terrible. Satisfactoria, sí, sobre todo si la docencia es vocación. Pero la primera vez en el pupitre de enseñante, con decenas de ojos clavados en su persona, se percibe como un juicio.

Naturalmente, también depende del tipo de alumnos al que demos clases. Por ejemplo, no es lo mismo impartir clases de inglés avanzado a un grupo pequeño de adultos, entre diez y doce personas, que hacerlo en un aula de cuarenta chicos de primero o segundo de la ESO. Lo normal, de hecho, es lo segundo.

Por estos motivos, conviene que los nuevos docentes, como mínimo, acudan seguros a su primer día de clase y tengan todo lo necesario para poder adaptarse al lugar de trabajo.

Por lo general, los centros e institutos proveen de material básico, como tizas o borradores.

Sin embargo, siempre es conveniente que cualquier persona que enseñe disponga de una tiza rotulador, o de un juego de tizas privado. Aunque es posible acudir a otra clase para aprovisionarse, los niños de cierta edad aprovechan la excusa más mínima para, dicho coloquialmente, subirse a la chepa de los profesores.

Por otro lado, siempre es recomendable adquirir una bandolera. Las hay a buen precio, resistentes y elegantes. Conviene que dispongan de muchos departamentos y que, además, el espacio principal sea lo bastante amplio para guardar una tableta gráfica, libros, libretas y una agenda.

Esto último será imprescindible en la vida de todo profesor principiante, y es aconsejable combinarlo con archivos de Excel. Con la agenda, los profesores nuevos no se olvidarán de todas las tareas importantes que han realizado en el aula y realizarán fuera, como corregir exámenes. En el Excel, llevarán un registro de tareas y notas, para no despistarse ellos, y para evitar que cualquiera de los chicos manipule la situación a su antojo.

Estas son las herramientas básicas de las que debería hacer uso cualquier persona que empiece su andadura en la docencia, especialmente de alumnos jóvenes en colegios e institutos. Todo lo demás lo proporciona la experiencia.