Mallas y toldos, la mejor protección para exteriores productivos

La iluminación, el calor y la ventilación son aspectos que siempre dotarán de vitalidad a los espacios industriales o domésticos. Pero como ocurre con casi todo, en la proporción con que se los encuentre estará la delgada línea entre sus bondades y efectos perjudiciales.

 

La buena noticia es que aprender a determinar la cantidad de sol que debe permear en las estancias y jardines, así como a administrarla es sencillo gracias a que actualmente, tanto empresas como particulares tenemos de nuestro lado la tecnología para crear las condiciones térmicas y de luminosidad precisas para cada necesidad.

 

Así, por ejemplo, tendremos que un agronegocio no requerirá las mismas cantidades de luz, temperatura y humedad que un sembradío en una granja particular o un invernadero que se tenga en casa con fines ornamentales. Lo que tienen en común, en cualquier caso, es que los tres demandarán para un adecuado desarrollo, especial atención en los aspectos que hemos mencionado.

 

Por eso, no exageramos al decir que los mejores aliados para este tipo de proyectos serán los toldos y lonas, que resultan de gran utilidad para proteger de los rayos solares las plantas de jardín o para crear espacios de sombra apropiados para el esparcimiento, para colocar los aparatos de lavandería o dar funcionalidad a exteriores que antes no se utilizaban por no estar habilitados para ofrecer resguardo frente al sol de verano, la lluvia, el viento o cualquier otra eventualidad climática, de tal suerte que invertir en uno de estos recubrimientos será una excelente alternativa para negocios como bares y cafeterías con terrazas, a los que la simple instalación de un toldo les facilitará una expansión sin tener que derribar muros y reconstruir estancias.

 

Por otro lado quienes posean tierras para la siembra encontrarán, tarde o temprano, que hacer una inversión en malla sombra de buena calidad será indispensable para aumentar los rendimientos del negocio y proteger su patrimonio no únicamente de las radiaciones solares, sino también del granizo, las temperaturas altas y la consecuente deshidratación de las plantas. De igual manera, este material resguardará la siembra de plagas, animales o flora nociva, lo que también se traducirá en una reducción importante en el uso de pesticidas y agua de riego, además de que permitirá controlar la humedad en el ambiente.

 

Lo anterior debido a la confección de estas mallas en materiales como el propileno y el poliuretano de alta densidad, que garantizan distintos niveles de cobertura solar y una gran durabilidad para que puedas disfrutar de tus espacios abiertos bajo la sombra sin tener que preocuparte por posibles amenazas externas.