Establishment y países deudores
“No fue extravío de ignorancia, sino necesidad de los tiempos. Era preciso atraer a la nueva causa los votos y los brazos de la muchedumbre. Era preciso hacer conocer al esclavo que tenía derechos iguales a los de su señor, y que aquellos que lo habían oprimido hasta entonces, no eran más que unos tiranuelos que podía aniquilar con el primer amago de su valor, y en vez de decir, la soberanía reside en la razón del pueblo, dijeron el pueblo es soberano...”.
No podíamos continuar con el pago de la deuda, el hambre hace estragos, el neoliberalismo ha fracasado como doctrina económica, pero sí se quedó con el poder hegemónico del universo material. Las tres cuartas partes de la humanidad se encuentran en la pobreza. Pero se sostiene por la prepotencia de las estructuras monetarias, las corrupciones gubernamentales y las grandes extorsiones. Ahora sólo lo ha de mantener un período de terror, y para eso se están pertrechando. Creer que el poder se quedará expectante es desconocer cómo operan.
El establishment llevó a nuestra Nación durante el período de Martínez de Hoz, a ser cobayos de una deuda externa ficticia en su mayoría, la destrucción del aparato productivo nacional, y una subordinación absoluta al poder mundial.
Continúa la misma instrucción el gobierno radical, sigue el peronismo sin variar y retorna el radicalismo a la exigencia de endeudamiento, reclamando los servicios de pago por encima de la hambruna. Durante el simposio sobre la deuda externa en Berna (1985), los más importantes mundialistas: H. Kissinger y Z. Brzezinsky, sostuvieron: “No hay camino indoloro para que los países deudores puedan solucionar su crítica situación, pero debemos proponer algunas alternativas a los programas de ajuste del Fondo Monetario Internacional. La solución siempre implicará un sacrificio; yo prefiero que las naciones deudoras paguen sus obligaciones externas, con activos reales a los bancos acreedores, con la entrega del patrimonio de las empresas públicas”. Al entregar las empresas del Estado utilitarias: Aerolíneas Argentina; O. Sanitarias; YPF; Entel; etc., se aseguraron que no podamos lograr los recursos para pagar la deuda externa. Son estrategias de magnitud y perfectas para el sojuzgamiento. No quedan activos físicos, la mayoría de los países subdesarrollados también privatizaron. Nos pusieron una trampa y tratan de quebrar la dignidad humana. Ocurrió lo lógico, el estallido social. Y se encargaron de mostrar al mundo lo ocurrido. El título de tapa de todos los diarios del planeta: Argentina deja de pagar su deuda externa.
Nuestra patria pasará por uno de los períodos más difíciles, vamos a ser cobayos como quienes osan pagar a sus acreedores, entonces ¿qué les ocurre? Recordemos la Doctrina Drago sobre el cobro compulsivo de Inglaterra, Italia y Alemania a Venezuela. Pensar que alegremente esperarán los acontecimientos es no entender nada.
Debimos trazar una sabia estrategia y acordar con organismos, con los Hijos de la Iglesia Católica, -Vaticano- para recibir su “bendición” y compromiso. Entonces con un cúmulo de verdadero peso y poder obrar en consecuencia.
El fallo de la Corte Suprema de Justicia de EE.UU. en su sentencia del 23 de marzo de 1964 en el reclamo del Banco Nacional de Cuba -conocido como “Sabbatino”-, basado en la doctrina del Acto de Estado Soberano. Luego el Congreso de EE.UU. aprobó con carácter retroactivo la “Enmienda Hickenlooper”, que indica que a partir de 1959 todo tribunal debía declinar decisión sobre reclamación de titularidad de estados extranjeros en casos de confiscación o incautación. Obviamente quienes redactaron la ley previeron la eventualidad de que sus propios tribunales se encargaran de demostrar internacionalmente la necesidad de defensa ante cualquier tipo de expropiación al margen de la práctica internacional.
La Enmienda se aplicó en el Perú, cuando expropió empresas petroleras. La ampliación de la Enmienda Hickenlooper el 30 de abril de 1994, prohibe la ayuda exterior de EEUU. a los países que hayan expropiado sin compensación de propiedad de ciudadanos norteamericanos. Es necesario conocer la Ley Helms-Burton.
Que los gobernantes y quienes desean ser presidentes sepan: “...El que quiera sobreponerse, se sacrificará por los demás. El que quiera ver ensalzado su nombre, buscará por pedestal el corazón de sus conciudadanos. El que ambicione gloria, fabricará con la acción intensa de su inteligencia y sus brazos. Sólo sacrificándonos lograremos emular las virtudes de los que conquistaron nobles lauros...”.
Alejandro R. Iaccarino: Ex presidente de la Confederación Económica Argentina y de la Comisión Investigadora de la Comisión Trilateral y FMI en América Latina.
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Alejandro Rómulo Iaccarino
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