Los Caballos de Calígula
Estamos empezando dos años electorales, y los fabricantes de espejismos, Charlatanes y vendedores de ilusiones ya están en actividad… ¡total!, a fin de cuentas hay Impunidad, se puede decir cada cosa y nadie rinde cuentas de sus promesas.
Los partidos políticos, a quienes la Ley, les confiere el privilegio de hacer Listas de candidatos para que postulen al Congreso de la República, deberían hacer un esfuerzo por seleccionar a los mismos, porque sabido es, que priman intereses económicos, ambiciones políticas, obsesiones de poder, padrinazgos…que al final… ¡es lo que prima!, encima de cualidades y méritos.
Las promesas electorales deberían tener el peso de un Contrato, de tal manera que su incumplimiento abra las puertas para una demanda popular, ya no se debe permitir apologías a la mentira, burlas descaradas, de prometer lo que se les ocurra y luego que termina la fiesta de disfraces, impunemente cuelgan en el perchero dichas promesas y se sientan en su escaño a planear negocios personales, prebendas y acomodos familiares.
Cuenta la historia, que el todopoderoso Emperador Romano Cayo Cesar, mas conocido como Calígula (12-41 DC), para consolidar mas su poder dentro del Parlamento, designó Senador, Cónsul y Sacerdote… ¡a su Caballo Incitato!, también nombraba Senadores y los humillaba haciéndolos correr detrás de su carruaje, cuando querían hablarle y los obligaba (bajo pena de muerte) a apoyarle en todos sus insensatos actos de gobierno.
A muchos parlamentarios de nuestro País, la opinión pública los conoce como los “mata perros”, “Come pollos”, “Plancha camisas”, “empleados bamba”, “Chicheño”, “babas” y tantos sobre nombres mas y que en muchos casos, ni siquiera se arrepienten o avergüenzan, lo que sería lógico en un caballo… pues el dolor moral es sólo de los Humanos.
Esteban Echevarría decía que la Democracia no es una forma de Gobierno, sino la esencia misma del Gobierno y no la podemos pisotear incluyendo en las listas parlamentarias, candidatos que luego serán…como los caballos de Calígula.
Ambrose Bierce, decía que los electores- o sea nosotros- acabamos eligiendo democráticamente con nuestro voto… a candidatos que otros escogieron a dedo, muchos de los cuales no tienen mas mérito que actuar y obedecer como los caballos de Calígula.

Miguel Palacios Celi





































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