La falacia del socialismo en el Ecuador
No es desconocido que el Ecuador producto de los continuos fracasos políticos desde hace mucho tiempo haya buscado ilusiones de bienestar social y de un buen vivir, estas ilusiones del pueblo ecuatoriano formadas por la esperanza tan lejana de mejorar los problemas sociales que tanto aquejan en la actualidad, nunca han sido escuchadas, sino mas bien han sido ignoradas por los gobiernos de turno, y este panorama no ha cambiado.
Tal vez esas ilusiones se pusieron en el actual gobierno que personalmente cuando se realizo la posesión del mismo, sentí un orgullo y una esperanza de cambio, pero ha pasado el tiempo y esa esperanza se ha ido perdiendo en la sociedad, no por el paso del tiempo que lógicamente hace olvidar los ideales por lo frágil de la memoria, sino por el cambio repentino e incomprensible de un norte que se avisoraba hacia un caos no previsto y que se origina por la falta de comunicación y concesiones de las cuales carece el gobierno.
Es tan difícil explicar lo que ha sucedido en el Ecuador y todos los fenómenos políticos que sorprenden sin embargo tratamos de hacer un análisis para en algo sacarnos la duda de que es lo que está pasando.
El actual Presidente del Ecuador es sin duda un líder, pero un aprendiz en la política muy audaz en el arte de influir con cualquier herramienta que llegue y se adapte a su fin, se ha vestido con las galas del socialismo, de la justicia y la equidad, todos estos “sueños” anhelados por siempre y nunca obtenidos en nuestra sociedad, menos ahora en una época en que supuestamente se vive los inicios de una revolución tipo cubana, misma que se alimenta de una fuerte publicidad pero que no se evidencia en la práctica.
Todo tiene sus inicios y debemos analizar en su totalidad el título de nuestro artículo, para llegar a las conclusiones de lo que realmente está sucediendo sin cesgamientos apasionados y nublados de razón, nuestro país desde inicios de su vida política ha tenido traspiés unos mas graves que otros, por ejemplo, el manejo inadecuado de los fondos del estado en los años 70, 80 y 90; mismos que fueron operados por los gobiernos de esas épocas y que son pasado efectivamente, pero las secuelas se las vive hasta el día de hoy, se administró pésimamente mal los dineros del pueblo de esa época, es cierto, se negó a muchas personas la posibilidad de educarse porque siempre existió crisis, el pueblo creció ignorante, los privilegios de la educación fueron para las élites que dominaban los poderes del estado y el poder financiero privado, es como decir; los ricos estudiaban y ocupaban puestos políticos y los pobres daban su voto ignorantes de lo que realmente hacían, nublados por la cortina de la ignorancia.
Como el Estado es un elemento muy trascendente en la situación financiera de un país, y al estar mal administrado durante épocas, debía esperarse como algo lógico una crisis financiera, misma que se dio y abolió nuestra moneda nacional el Sucre, en un intento desesperado se impuso la dolarización en el país; finalmente pasaron años de retraso en cuanto a desarrollo por los gobiernos de turno y nos remitimos al nombramiento del Economista Rafael Correa como Ministro de Finanzas y Economía, él hasta ese momento era un ciudadano común, docente de una Universidad de prestigio en el país, por costumbre centro de estudios de las élites quiteñas. Un cambio radical, de docente teórico de una cátedra a Ministro, lógicamente su inclusión en el gobierno no fue coincidencia, sin embargo ya en su administración se topó con las mafias de dicho ministerio que lo hicieron desertar del cargo, esta breve experiencia política influye y lo hacen aspirar a los peldaños superiores, entonces maquina una estrategia para conseguir la presidencia del Ecuador revistiendo su candidatura con fuertes slogan, colores, frases, canciones y poniendo a otro nivel su imagen personal, su ideología, todos estos elementos llegan efectivos e impactantes al pueblo que anhelaba un cambio y una luz de esperanza.
Nunca se evidenció en sus inicios de campaña sus relaciones con los presidentes Fidel Castro y Hugo Chávez, nunca mostró desacuerdos con la prensa de los medios de comunicación, con los empresarios que ahora son llamados “pelucones”, nunca llamó ladrones a los banqueros, peor aún admitió su simpatía a la ideología de las fuerzas insurgentes, esto se ha conocido solo cuando ya gozaba del poder y la aceptación del pueblo, entonces traigo la idea de los anteriores párrafos, un pueblo inocente y con ganas de cambio, presa fácil de los impostores como el actual Presidente del Ecuador.
No estamos viviendo un socialismo sino una corriente caprichosa de un líder que emplea cualquier medio para llegar a su fin aunque se tenga que jugar con los ideales de todo un pueblo, ya nos dará el tiempo la razón, cuando seamos un país sin libertad de expresión, sin anhelos de cambio y sometidos al modelo caduco de un líder falso.
Diego Teran P.
Subt. de Aviación
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