¿Por qué es tan difícil dejar de preocuparse?
La preocupación constante es una carga muy pesada. Te mantiene despierto durante la noche y en el día estás tenso e inquieto. Sientes que no puedes dejar las preocupaciones a un lado y no estás cómodo contigo mismo.
Para la mayoría de las personas que están crónicamente preocupadas, el alimento de este estado de ansiedad son los pensamientos, positivos o negativos que mantienen acerca de sus preocupaciones.
Si lo vemos desde el punto de vista negativo, puedes sentir que las preocupaciones son dañinas, que te van a volver loco o que van a afectar tu salud. Puede ser que sientas que vas a perder el control de tus preocupaciones y que éstas van a tomar el control de tus actos. Desde el punto de vista positivo, puedes sentir que tus preocupaciones te van a ayudar a evitar problemas, prepararte para lo peor o ayudarte a encontrar soluciones, manteniendo los mismos sentimientos de ansiedad.
La preocupación negativa, o preocuparte porque estás preocupado, aumentan tu ansiedad y sigue el círculo vicioso de estar crónicamente preocupado. La preocupación positiva puede ser igual de perjudicial. Para detener la preocupación crónica y la ansiedad que esta produce debes deshacerte de la idea que puede llegar a ser positiva.
Puede ser que tengas ciertas distorsiones que el estar preocupado es positivo para ti como por ejemplo: puede ser que encuentre una solución, no quiero que se me escape ningún detalle, si sigo ocupándome de esto a lo mejor lo soluciono, debo ser responsable.
Puedes llegar a sentir que tu preocupación te distrae por un momento del problema, el problema no va a desaparecer. En vez de preocuparte OCUPATE. Preocuparse de los problemas y solucionarlos son dos cosas totalmente diferentes. Solucionar problemas implica evaluar desapasionadamente la situación, encontrar pasos a seguir o estrategias adecuadas para lidiar con el problema y poner el plan en acción.
Si la preocupación por un problema en especial aparece en tu mente debes hacerte las siguientes preguntas: El problema es algo que estás enfrentando concretamente o es un ¿Qué pasaría si? Si el problema es un imaginario ¿Qué pasaría si? ¿Qué tan probable es que suceda? ¿Puedes hacer algo para acerca del problema o prepararte para él, o está fuera de tu control?
Si el problema tiene solución toma acción de inmediato, has una lluvia de ideas descarta las menos convenientes y anda filtrando las mejores estrategias para solucionar el problema. Trata de no enfocarte en encontrar la solución perfecta, sino en aquella que tienes el poder de llevar a cabo.
La inhabilidad que tenemos de controlar ciertos problemas es algo que tenemos que aceptar. Muchos de los problemas que imaginamos, los que probablemente sucedan o no, muchas veces escapan a nuestro control. Lo que si podemos controlar es la manera en que reaccionamos emocionalmente ante ellos. Tenemos que tener la suficiente humildad y aceptación para darnos cuenta que muchas de nuestras preocupaciones no son manejadas por nosotros y por consiguiente debemos soltarlas. Es un esfuerzo grande, pero comenzando por pequeños pasos podemos lograrlo.
Asesoría Terapéutica Ronny Schmatz Wolff www.asesoriaterapeutica.com
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