Mujer, Madre, Esposa, Amante y… ¿EL AMOR?
Con tanto ajetreo cotidiano el amor queda así, hasta el ultimo sitio, abandonado en un rincón, condenado a morir lentamente… y que decir acerca del deseo sexual que termina en un trastorno llamado Anorexia Sexual, desencadenando en cascada un sinfín de frustraciones, miedos, angustias, conflictos, infidelidades, divorcios, separaciones y una profunda depresión.
En lo cotidiano muchas veces las mujeres acceden a tener relaciones sexuales para darle gusto a su pareja, para que no se enoje: “es que se pone de un genio de la fregada y hasta los niños la llevan”, para sacarle algún satisfactor: “a ver si me compra la bolsa y el vestido, me cambia el coche o me paga la cirugía de las bubis”, por culpa: “pobrecito, ya me busco muchas veces y le dije que no”, “es tan bueno que no merece que yo lo trate así”, o por miedo a perder a la pareja: “no sea que busque en otro lado lo que no le doy”.
El caso es, que acceder a estar sexualmente con la pareja es forzar la psique y el cuerpo a estar en una situación que en estos momentos no le place, es decir “no quiero”, “no deseo”, “no me gusta”, es ir en contra del deseo, transformando el placer en dolor, frustración, incomodidad y enojo.
Porque al no desearlo, el cuerpo y el alma no están preparados para este encuentro tan profundo de comunicación humana en la pareja; quien no lo desea no será participativo, activo, receptor y propiciador de caricias, permisivo y tolerante con el juego sexual, y ¡que decir del coito! No será fácil, se volverá una tarea azarosa, no habrá una buena lubricación y dilatación del introito vaginal, se sentirá dolor y el fracaso reinara.
Cuando un ser humano se siente agobiado, acorralado, atrapado, por instinto busca escapar creando falsos paraísos y ambientes placenteros, refugiándose en el trabajo, en el ejercicio físico, en el estudio, con las amistades, en la comida, en sus hijos, en la religión, en el internet, en la pachanga, cirugías estéticas, compras e incluso en amoríos y amantes.
Hay mujeres que trabajan fuera de casa y esta actividad se vuelve su centro de vida, son exitosas, reciben reconocimientos y aplausos. Otras se obsesionan por el orden y la limpieza, su hogar se transforma en un museo, son intolerantes ante el más mínimo desorden, mugre y polvo sobre una superficie. Hay quienes se aferran a sus hijos y los quieren de excelencia, están al pendiente de ellos no únicamente en la formación de buenos hábitos y de una educación en valores, sino se vuelven invasoras, persecutorias, asfixiantes, quieren vivir la infancia y adolescencia de sus hijos como propia, generando enfrentamientos y cuestionamientos tanto con sus hijos, como con su pareja y familiares. Para otras, la comida será lo máximo, no solo prepararla, sino comerla, transformándose en una compulsión que termina en un desorden alimenticio y por ende en un problema de salud. Algunas más se vuelven vigoréxicas, el ejercicio, los anabólicos y los esteroides son su pasión. Muchas regresan a la Universidad para satisfacer un deseo frustrado, terminar una carrera o acumular títulos universitarios dejando de lado un proyecto familiar. Otras se meten de lleno en la religión, hacen oración, son incansables activistas de los encuentros matrimoniales, se preparan para ser pastoras y estar muy ocupadas en su misión de salvar matrimonios. Las más cool se la pasan de reunión en reunión, el alcohol, el cigarro y el café son su pareja incondicional, por nada faltan, se sienten el alma de la fiesta. Más de las que se pueda imaginar, se hacen adictas al internet, sobre todo al chat, llegando a tener sus ciberamantes, que en algunos casos se materializa en un amante de carne y hueso, se llenan de ilusión, viven con pasión el romance, llegan a creer que con su esposo se equivocaron, que eligieron mal, que este si es el amor de su vida; es diferente, tiene detalles, sabe escuchar, la entiende, es paciente, encantador, que se divorciarán e iniciarán una nueva y maravillosa vida.
¿De donde viene todo esto?
De un cáncer que depreda la relación de pareja llamado RUTINA generador de una inmensa frustración que altera el carácter y las personas reflejan amargura, depresión y vulnerabilidad, volviéndose presas fáciles de caer en cualquier adicción, obsesión y amoríos que en muchos casos se convierte en tragedia para todos.
Si emocionalmente siente un malestar generalizado, se identifica con lo que ha leído, las actividades y ocupaciones no le permiten sentirse satisfecha, plena, su estado de animo, carácter y deseo sexual no es el mismo y ha cambiado desfavorablemente, probablemente la RUTINA llegó a su vida, es momento de hacer algo, consulte a un profesional de la Salud Psicológica y Sexual. Evite ser la protagonista de una historia de insatisfacción y vacio que sin duda de manera adecuada y sin daños colaterales puede cambiar.
Psic. Sex. Alicia Vega Álvarez
Tels: (442) 183 12 50 Y 51
www.sexualidadypsicologia.com
Psic. Sex. Alicia Vega Álvarez
La verdad me siento super identificada con este articulo y me gustaria recibir un poquito de ayuda referente a como hacer de mis relaciones sexuales algo super satifactorios para mi y sobre todo a mi marido...me gustaria que me de algunos consejos de juegos amorosos...mi marido medio egoista es conmigo en ese tema..jeje pero si le muestro un poco algunas ideas creo que podemos pasar momento exitantes.
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