"El método del martillazo, o cómo cuadrar las cuentas del Estado"
Recuerdo que hace ya algunos años tuve la suerte de convivir con un amigo, pequeño empresario, el cual me decía, de forma un tanto confidencial, como había encargado a una imprenta hacer un sello de caucho con la figura de un martillo, de tal forma que cuando las cuentas de la empresa, el debe y el haber, no le cuadraban, pegaba un martillazo, se quedaba más ancho que largo, y asunto resuelto. Ahora veo, no sin estupor, que este mismo método es el que, salvando las distancias, utiliza el actual Gobierno de España. Se gastan nuestros dineros sin control, sin previsión alguna, y cuando se dan cuenta de que las cuentas, valga la redundancia, están desajustadas, pegan un martillazo en forma de subida de impuestos, y ya están de nuevo alegremente dispuestos, como nuevos Rey Midas, a gastar. Pero qué más se puede esperar de unas personas que siempre han vivido del erario público, a los que a final de mes les ha llegado, siempre, puntualmente, su sueldo en forma de ingreso en cuenta, como por arte de magia, que no saben lo que es hacer una factura y menos aún cómo cobrarla y a los que les hemos encomendado la responsabilidad de hacer uso racional del mayor presupuesto que nunca nadie haya tenido en España? Hoy he leido en un periódico, creo que El Mundo, pero me imagino que se habrán hecho eco todos los Medios, que el Comisario de la Comunidad Europea, Sr Almunia, se ha pronunciado abiertamente en este sentido. Con qué cara una persona que se define socialista, conociendo el nivel medio de los salarios en España, puede hacerlo. Mire usted, yo le doy una solución para ponerla en marcha de forma inmediata mucho más sencilla y eficaz: que usted y todos los innumerables "Almunias" que existen en nuestro panorama político español y, por que nó, europeos, se bajen sus descompensadas, injustas e insociales retribuciones al nivel general de los mileuristas. De este modo, en unos días las cuentas volverían a equilibrarse. Pero ya sabemos, sr Almunia, que es mucho más fácil predicar que dar trigo. Y desde luego, mucho más insolidario, o no? A que se debe que cuando estos señores, que gozan de situaciones de privilegio que ellos mismos se han dado, y que no debemos olvidar, les pagamos todos, puedan opinar de temas sociales sin que nadie ose echarles en cara la contradición de sus opiniones? Verguenza debiera darles, suponiendo que no la hayan perdido. Cómo es posible que en un pais en el que el salario mínimo está en torno a los 640 euros, los ciudadanos puedan aceptar que por un simple aparcamiento, como me ocurrió a mi hace unos días, nos puedan echar una multa de 340 euros? Haciendo un simil, ya sabemos que no es algo eticamente correcto acostarse con la mujer del vecino, pero es evidente que es mucho más grave subirse todos los días al Púlpito predicandolo y a continuación hacerlo. Recuerdo una entrevista en Puntoradio en la que el Alcalde de Marinaleda, una persona que ha demostrado ser consecuente con sus ideas, se compartan o no, hacía una descalificación rotunda del actual Partido Socialista tal como se definen "como un partido de izquierdas". Se dedican, decía, a predicar todos los días su adscripción a lo que llaman ideas progresistas y viven inconsecuentemente como autenticos burgueses. Osease, demagogia y nada más que demagogía: "predican, predican y nada de dar trigo..."
Donaciano Bueno Diez
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