Disfunción Eréctil
¿Qué es la disfunción eréctil?
Para los Institutos nacionales de salud (National Institutes of Health E.U.A.), la disfunción eréctil es un síntoma de muchos trastornos y enfermedades psicológicas y físicas. Es la incapacidad de lograr una erección y como consecuencia el coito es una misión imposible, ésta disfunción afecta a millones de hombres a partir de los 40 años, pero ya hay datos de que está afectando a hombres jóvenes a partir de los 18 años o desde el inicio de su vida sexual con una pareja.
Se sabe que del 80 al 90 por ciento de los casos de disfunción eréctil son causados por problemas físicos, por lo general relacionados con el suministro de sangre al pene. Pero el factor psicológico es determinante para el éxito o fracaso del tratamiento, tanto en el porcentaje que la padece por falta de irrigación de sangre en el pene cómo en quienes la presentan por otras causas. Cuando un hombre se da cuenta de que sexualmente no funciona se siente terriblemente mal, avergonzado, disminuido, inseguro, devaluado, desesperado, acabado. Aún cuando algunos hombres culpan a su mujer, en su psique queda grabado con cincel y martillo el miedo a fracasar y recurren a excusas y pretextos para no estar sexualmente con la pareja “estoy cansado,” “me duele horrible la cabeza,” “ya es muy noche para eso,” “después de tanto tiempo ahora si quieres, pues yo no,” “no me motivas lo suficiente”, “tú me castras”. Para él tener actividad sexual es amenazante, angustiante, es una prueba que teme reprobar y cuando no le queda de otra y sucede el coito, esta a la expectativa de su desempeño sexual (aún con tratamiento), “a ver si ahora funciono bien,” “ojalá no me vaya a pasar,” “que tal si me pasa,” y efectivamente le pasa, ¡no funciona!
Hay hombres desesperados que se la pasan de un tratamiento a otro, prueban pastillas, inyecciones en el pene, pomadas, spray, gel y más, también prueban con diferentes parejas sexuales, pues llegan a creer que el problema es con la pareja.
Para la mujer es terrible darse cuenta de que su hombre no funcione, se cuestiona si es ella la que no lo excita lo suficiente para lograr y mantener la erección, si no es capaz de despertar su deseo sexual, se siente que ya no es atractiva, que ya dejo de amarla, que anda con otra, llega a pensar que ha tenido encuentros con gays o que ha vivido fuertes experiencias sexuales fuera de su relación. Hay mujeres que deciden probar con otros, para comprobar si todavía son capaces de despertar deseo sexual en “otros” y si esos “otros” funcionan bien con ellas. Así también parejas que deciden invitar a un tercero a sus encuentros sexuales “a ver si con la adrenalina del momento funciona”.
¿Cuáles son las causas de esta disfunción?
Falta de educación sexual, técnicas sexuales deficientes, relaciones interpersonales inadecuadas, ingesta de alcohol, fumar, problemas de próstata, diabetes tipo 2, el hipogonadismo asociado con varias enfermedades endocrinológicas, hipertensión, enfermedad y cirugía vascular, niveles altos de colesterol, niveles bajos de lipoproteínas de alta densidad, consumo de estupefacientes, enfermedades neurogénicas, la enfermedad de Peyronie (distorsión o curvatura del pene), depresión, enfermedades crónicas, insuficiencia renal y diálisis.
¿Se cura?
Sí, pero, Si tu relación no esta fundamentada en el amor, si ya no deseas a tu pareja, si no te despierta pasión, Si no se erradica el miedo al fracaso, malos hábitos, pleitos cotidianos y conflictos con la pareja, una comunicación errónea, si no hay un proyecto positivo de pareja definido, claro, preciso y conciso, no será posible restablecer la respuesta sexual masculina, continuaran los fracasos y por ende las frustraciones en ambos, una disfunción de esta naturaleza que no se atienda adecuadamente desencadena otras disfunciones sexuales y termina trastornando el deseo sexual, además de generar muchísimos conflictos interpersonales, de pareja y familia.
¿En que consiste el tratamiento?
Primero se debe saber que esta causando esta disfunción para determinar el tratamiento a seguir, habrá casos en que la terapia sexual y psicológica sea todo un éxito, en otros la terapia hormonal, en algunos la utilización de la bomba de vacío, en algunos más el paciente se inyecta en los cuerpos cavernosos del pene sustancias vaso activas que provocan la erección, pero no está exento el riesgo, pueden presentarse complicaciones como el priapismo (erección prolongada durante horas) y la fibrosis de los cuerpos cavernosos, en otros pacientes llega a funcionar el uso de medicamentos para la erección y hay pacientes para quienes el último recurso es una prótesis peneana ( padecen de afecciones de origen vascular o por fibrosis de los cuerpos cavernosos).
Psic. Sex. Alicia Vega Álvarez
tels: (442) 183-12-50 y 51
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