Eyaculación Precoz

Un hombre es eyaculador precoz cuando o durante la introducción del pene en la vagina eyacula, o no puede controlar la eyaculación  por un período suficiente para satisfacer a su  pareja durante el coito, aunque sea en el 50% de sus contactos sexuales. Es la mujer la que más se frustra y se enoja, si el hombre eyacula regularmente durante el pre coito o durante sus intentos de coito, o incluso en los primeros empujes del pene. Hay un alto nivel de frustración femenina, en particular cuando esta respuesta se repite en forma rutinaria.

Bajo la regulación del sistema nervioso simpático, se desencadena el proceso de eyaculación, en el cual pueden diferenciarse dos faces.

En la primera se produce la emisión de semen desde las glándulas sexuales accesorias hasta el interior de la uretra, en su región posterior. Así, contracciones espasmódicas en los testículos, los epidídimos, los conductos deferentes, las vesículas seminales  y la próstata, evacúan el contenido glandular que forma el semen en la luz uretral.

Instantes después se desencadena la segunda fase, que es la que se acompaña de sensaciones placenteras: los músculos de la pared uretral, los bulbocavernosos y los isquiocavernosos  presentan contracciones espasmódicas a un ritmo de una cada siete u ocho décimas de segundo. Al mismo tiempo el esfínter vesical se mantiene cerrado, el semen es propulsado hacia el exterior.

El mecanismo de la eyaculación se   produce de forma refleja, ya que esta regido por el sistema nervioso autónomo. Sin embargo existe cierto grado de control voluntario, ya que es precisa una facilitación  del proceso por parte del sistema nervioso central, la persona con el entrenamiento apropiado puede aprender  a controlar su eyaculación.

LO QUE HAY QUE SABER:

Se considera que existe una eyaculación precoz cuando, repetidamente, al intentar el coito la eyaculación se desencadena antes de llegar a introducir el pene en la vagina o inmediatamente después.

Los motivos de la disfunción pueden ser diversos, pero básicamente radican en un mal aprendizaje del control de la eyaculación, por lo tanto, con la terapia sexual adecuada, puede resolverse, en la mayor parte de los casos mediante un adiestramiento adecuado.

El  tratamiento requiere la colaboración activa de la pareja, ye que debe procederse a diversos ejercicios en los que su participación es indispensable.

Psic. Sex. Alicia Vega Álvarez

tels: (442) 183-12-50 y 51

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