Frito pescadito
El poder ejecutivo ha aprobado un proyecto de ley para enviar al Congreso. Este proyecto plantea reducir el IGV. De 19% a 18%. Inteligente y brillante iniciativa del Gobierno en este momento de elección presidencial, para ponerle la soga al cuello al candidato que está arriba en las encuestas, y ¿Por qué digo esto?:
Si Alejandro Toledo dice que esto está bien, estaría corroborando los aciertos de este gobierno. Y si dice que está mal esta decisión “frito pescadito”.
Sinceramente no entiendo como un candidato que no se quiere hacer el examen toxicológico, para saber lo que ya se sabe – que es consumidor de tóxicos – puede estar arriba en las encuestas. Un candidato que ya se le está probando que el financiamiento de su campaña se está ejecutando con lavado de activos. ¿Cómo es posible que esté en primer lugar en las encuestas? ¿Tan ilusos somos?
El diario ‘Perú 21’ publicó el día lunes algo – que modestia aparte – vengo sugiriendo hace ya buen tiempo: A nuestros candidatos los elegimos por simpatía, y no por sus planes de gobierno; ya que estos no se los creen ni sus abuelitas. El diario dice lo siguiente - seguido de una encuesta con el mismo tenor -: “Lo que más disgusta de Toledo y Castañeda es su personalidad. Al primero lo señalan como arrogante, mentiroso y borracho. Al segundo como hipócrita, sin carácter, y cuestionan su entorno”
El señor Ricardo Vásquez Kunze en su columna para este diario, dice que Toledo tiene mucho carácter, porque ha enviado al cuerno a la prensa que le exige se haga el antidoping. Es una clara demostración de su parcialidad como analista político. Pero ¿esto es tener carácter? Creo que un analista político debe ser imparcial. Yo como no soy analista político, si puedo decir que estoy a favor de Castañeda.
Cada vez que voy a visitar a mi mamá y subo al ‘Metropolitano’ y veo como la modernidad en el transporte público, el orden con el que debe manejarse este servicio se abre paso en medio de esta jungla salvaje de microbuses al estilo prehistórico, pienso y me pregunto ¿En dónde está ese carácter del funcionario público? Y también reflexiono y digo: ¿Qué puedo recordar de la gestión de Alejandro Toledo, que haya marcado precedente? Si alguien tiene la respuesta, me la haga saber.
Andrés Arbulú Martínez
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