No le tema a la crisis. Ella pasa, usted permanece.
En Brasil, se ha dirigido la atención hacia los impactos de la actual crisis mundial. En contra o a favor, políticos, economistas, empresarios y analistas opinan sobre medidas que frenen o fomenten el consumo para, así, evitar más trastornos sociales al país.
A pesar de las preocupaciones, seamos sabios y utilicemos este momento para lograr el equilibrio, sin el cual difícilmente alcanzaremos el éxito. ¿Qué es la crisis sino una situación disfrazada de infortunio? Los obstáculos son premios de Dios para nuestra inteligencia, estímulos para quienes no abdican de las conquistas que han justificado su existencia, dándole sabor a su vida. Es cuando mejor se puede ejercer el talento. Todo revés trae en sí mismo la solución, como enseña la experimentada cultura oriental. Lamentarse no construye nada. Tenemos que luchar contra el desánimo, sin engañar a la multitud. Cuando están desolados, hombres y naciones permanecen indefensos o, indignados, se rebelan.
La sabiduría de Confucio
Es necesario tener anhelos y unirse por un mundo más digno. Pari passu, tener los pies sobre la tierra, es decir, la seguridad de que los cambios deseados no suceden sin un verdadero esfuerzo. Meditemos sobre esta joya de la sabiduría de Confucio: “Si determinamos con bastante anticipación nuestra norma de conducta en la vida, en ningún momento nos asaltará la aflicción. Si sabemos de antemano cuáles son nuestros deberes, nos será fácil cumplirlos”. Pura planificación.
Por cierto, la filosofía del respetado sabio chino es considerada uno de los fundamentos del notable crecimiento de los llamados “tigres asiáticos”, también afectados por la tensión global de hoy. En los encuentros entre las principales economías del planeta (naturalmente movidas por el instinto de supervivencia), en los que se buscan mecanismos sólidos para enfrentar la crisis, resulta esencial que la razón esté permeada por el espíritu de solidaridad (cosa rara todavía en las relaciones internacionales), puesto que el corazón se vuelve más propenso a oír siempre que la fraternidad es verdaderamente la base del diálogo. Algún día esas economías mundiales comprenderán que, sin amor (o cualquier otro nombre que le quieran dar en el lenguaje de los tecnólogos), habrán de depararse con las grandes tribulaciones que anunció Jesús en Su Evangelio, según San Mateo, capítulo 24. Además, la vida es una constante rendición de cuentas al tribunal de la conciencia, del que nadie escapa, aunque jamás lo revele.
Disposición
Disposición inquebrantable es la respuesta apropiada para cualquier crisis. (...) No nos olvidemos de que, cuando permanecemos con Dios, hasta la desventura se revela como el instante más propicio para crear.
Están los que se pasan años esperando lo peor. Eso ya es motivo suficiente para que la persona se enferme. ¿Por qué no anhelar lo mejor y trabajar para alcanzarlo? Thomas Jefferson (1743-1826) nos advierte sobre esta clamorosa realidad: “¡Cuánto dolor nos han costado los males que nunca sucedieron!” Y vean este proverbio ruso, que aconseja: “Cree en Dios, pero sigue nadando hacia la orilla”.
Mi pensamiento solidario para todos los que, tanto en el pueblo como en el gobierno, enfrentan dificultades, no se rinden y dignifican a sus familias y a la Patria y, así, sobreviven mucho más afanosos y fuertes. Nuestro país ha tratado de defenderse de las turbulencias que hoy afectan a otros pueblos. Un buen enfrentamiento nos ofrece la valiosa oportunidad de progresar.
Jesús, sin embargo, no entra en crisis. Supliquemos, entonces, por Su protección.
Jerusalén y el Año Nuevo
El periodista Francisco Periotto me escribió con respecto al artículo “Año Nuevo y acción humana”: “Excelente el tema abordado, su análisis fraterno-ecuménico, que involucra a Jerusalén. Con mucha propiedad, usted logró unir el año Nuevo, el Apocalipsis y la esperanza, dando la posibilidad de creer que nada está perdido si tenemos la fe renovada en Dios, o sea, en la tolerancia entre los seres humanos, aunque seamos diferentes. Tendremos, ¡claro que sí!, un gran 2011. ¡Me encantó!”
Gracias a ti, Francisco. Al fin y al cabo, religión no rima con tormento.
Valores espirituales
Muchas gracias a Paulo Nonnemacher, de Estância Velha, estado de Rio Grande do Sul, Brasil, y oyente de la Super Rede Boa Vontade, AM 1300, por su manifestación durante el programa Comando da Esperança (Comando de la Esperanza): “Sus artículos son de suma importancia para el pueblo gaucho, porque enaltecen las cosas espirituales, esenciales para el ser humano, y siempre nos dan ánimo, una visión para la sociedad en general sobre cómo progresar en la vida”.
Nonnemacher, sus palabras son un incentivo para los que buscan en los valores del espíritu la armonía necesaria para vencer las vicisitudes de la existencia humana.
José de Paiva Netto Presidente de la Legión de la Buena Voluntad.
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