La angustia y la ansiedad
En general se piensa que la angustia es algo malo o desagradable ¿Esto es necesariamente así?
La angustia es también necesaria. Tiene una función protectora. Nos advierte del peligro, en ese sentido, nos protege. El problema es cuando se siente, porque normalmente ejerce su función silenciosamente.
Y cuando la sentimos. ¿Qué sentimos? ¿Cómo se siente la angustia?
El término angustia procede de angor, estrechamiento, que se refiere a la opresión en el pecho que sienten en ocasiones estos pacientes. Existen dos formas de manifestarse la angustia: una es el clásico ataque de angustia, con taquicardia (el corazón se acelera), taquipnea (también se acelera la respiración), puede haber temblores de manos y pies, sudoración profusa, adormecimiento peribucal o de las manos, y se acompaña en ocasiones de sensación de muerte inminente o sensación de volverse loco.
La segunda forma sería una angustia sin angustia, es decir, en vez de sentir angustia, el equivalente del ataque de angustia se presenta como un síntoma en el cuerpo, así, un ataque de asma, puede ser un equivalente del ataque de angustia, un ataque de bulimia, donde el paciente come compulsivamente puede ser también un ataque de angustia. Los vértigos, cuando se han descartado causas otológicas o neurológicas, pueden serlo también.
El vértigo es uno de los motivos más frecuentes de consulta en urgencias. Y si descartamos las causas neurológicas y los vértigos relacionados con patologías del oído, hay muchos vértigos en los que es difícil identificar la causa. Algunos de ellos son, seguramente, un ataque de angustia, los vértigos del ataque de angustia, tienen algunas características diferentes a los vértigos de otras causas.
Lo característico es que el paciente no sienta angustia en el momento del ataque. Además, suelen tener sensaciones como que el suelo se hunde, o sus piernas se hunden en el suelo, y tienen la sensación de que si se les mueve del sitio, sus piernas quedarán ancladas en el suelo y se las arrancarán del resto del cuerpo….
Toda esta sintomatología de la angustia, fue descrita por Freud, quien hizo el aporte fundamental de describir estos síntomas bajo el nombre de neurosis de angustia. Desde entonces, en todas las descripciones de los libros de psiquiatría, se ha mantenido en sus características principales, la descripción original de Freud, y en la clínica diaria, se siguen viendo muy habitualmente estos cuadros.
Entre los síntomas, existe una sensación de muerte en el ataque de angustia. Pero ¿Es real? ¿Se puede morir uno de un ataque de angustia?
Podemos decir que puede ocurrir cualquier evento, menos la muerte del paciente. La sensación de muerte no es más que eso: una sensación, que no se correlaciona con ninguna lesión orgánica que pueda producir la muerte. En este sentido, los pacientes pueden estar tranquilos. Además, tendríamos que diferenciar entre el ataque de angustia propiamente dicho y el recuerdo del ataque. A veces, los pacientes se ponen nerviosos ante el recuerdo de un primer ataque. Podíamos decir que tienen miedo al miedo.
Con respecto al miedo a volverse loco, podíamos decir que ese temor es la enfermedad misma, la “pequeña locura” misma. No es que vaya a suceder otra cosa. Conviene escuchar qué es para ese paciente volverse loco, que para cada paciente es una cosa diferente.
Si nos preguntamos por los sueños, Freud descubre los sueños como una realización de deseos. Pero ¿Qué sucede entonces con los sueños de angustia, con las pesadillas?
También son realizaciones de deseos, es el lugar ideal para traer el ejemplo de la salchicha… Un hada le concede tres deseos a un matrimonio con poco recursos, ella, al olor de unas salchichas que se cocinaban en la casa de al lado, desea comer una, y en el mismo instante, esta le aparece en el plato. El marido, enfurecido porque habían derrochado un deseo de esa manera tan estúpida, desea que la salchicha se le pegue en la nariz a la mujer, como castigo. Así sucede, y la mujer queda con la salchicha colgando de la nariz. Entonces, deciden, a pesar del enfado, dados los años de amor y convivencia, que el tercer deseo se invierta en retirar la salchicha de la nariz de la mujer.
Es decir, que lo que es realización de deseos para uno de los dos, es un fastidio para el otro.
Es lo mismo que pasa en los sueños de angustia: lo que es realización de deseos para el sistema inconsciente, es vivido de manera angustiosa por la conciencia. Luego, los sueños de angustia, siguen siendo realizaciones de deseos.
Diferenciemos, ahora, angustia de ansiedad. En los textos de psiquiatría, el ataque de angustia está encuadrado dentro de los trastornos por ansiedad. Podríamos decir que el término ansiedad es un término médico mucho más amplio, que además de incluir el ataque de angustia, incluye otros cuadros clínicos, como las fobias. Pero vulgarmente, ansiedad y angustia, son dos términos equivalentes.
En relación al tratamiento diremos que los cuadros de angustia y ansiedad generalmente se producen en relación con un deseo, es decir, en situaciones psíquicas que implican profundamente al sujeto, en relación con momentos importantes de su vida, decisiones. Podemos decir, que si estamos angustiados, estamos implicados. Por lo tanto, el tratamiento psicoanalítico tiene mucho que aportar a estos pacientes, tener un lugar dónde hablar, con una escucha especializada, donde poder plantear sus temores, sus deseos, es fundamental para ellos. Tenemos que tener en cuenta que un grado de angustia es necesario tolerar para cualquier acto que realicemos, no se trata entonces de acabar con la angustia, sino de saber arreglárselas con ella, y eso permite que no haya que sentirla en forma de síntoma.
Alejandra Menassa. Médico psicoanalista
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