Siempre hay algo más.
Inicié mis estudios de Psicología cuando aún estudiaba la secundaria, para hacer una monografía, siempre autoeducándome, leyendo y sacando apuntes de los grandes teóricos, sin embargo, sentía que había algo más.
Inicié mis estudios profesionales en 1981, en la reciente creada Facultad de Psicología de la Universidad de Guayaquil, había realizado estudios previos de medicina, pero estaba convencido de que había algo más, por eso estudié la carrera y entonces me di cuenta de que cada ser humano pone sus límites y condiciones para enfrentar la vida, los problemas, los inconvenientes, las situaciones conflictivas que nacen de nuestras propias limitaciones.
Asumí el reto de mis maestros y compuse una elaboración de 9 puntos importantes, como antecedentes para crear algo que impulsaraq a las personas humanas a seguir adelante y tomar decisiones acertadas, he aquí esos puntos que quiero compartir con los lectores y espero las críticas y los comentarios edificadores.
Antecedentes (nueve puntos importantes): ¿Por qué la gente no es sincera?
1º. La gente no es sincera porque...
a.- ha sido culturizada para responder a otros que no muestran sus verdadera intenciones;
b.- desde que nacemos, nos acostumbran a satisfacer los deseos de los demás, mayores y adultos en general, no permitiéndonos expresar libremente nuestros deseos;
c.- nuestros padres generan en nosotros un estado de dependencia hacia los demás, haciéndonos sentir la necesidad de compañía y aprobación, para considerarnos entes útiles y socialmente realizados, debiendo pedir permiso para expresar nuestros deseos, según los códigos socioculturales, impuestos por otros, que imperan en la sociedad en la que nos encontramos inmersos, cuya inobservancia implica un castigo (indiferencia, enfado, desagrado, aislamiento, golpes o coerción) acompañado a veces de violencia (física, psicológica o social);
d.- sentimos temor de enfrentarnos a la reprobación de los demás, de aquellos que piensan, sienten o actúan diferente de nosotros;
e.- los que sufren del mal de la inseguridad emocional y poseen la responsabilidad de la toma de decisiones, no ofrecen las suficientes oportunidades para el desarrollo y crecimiento personal, para aquellos que piensan o actúan diferente a ellos, por el temor a ser desplazados de sus puestos;
f.- la competencia de conocimientos se desarrolla limitadamente, según el campo perceptual de los sujetos, algunos de los cuales poseen una imagen distorsionada del mundo real objetivo, actuando de acuerdo a esas distorsiones;
g.- tenemos conciencia de que la sinceridad, espontaneidad y autenticidad, aunque denoten realización personal y equilibrio emocional en quienes las poseen, pueden ser interpretadas como lo opuesto, acusándose de loco a quienes expresan sus sentimientos o pensamientos libremente;
2º. En consecuencia, las relaciones humanas interpersonales se desarrollan o se desenvuelven en el plano de lo ideológico, de acuerdo a las creencias y actitudes de los sujetos intervinientes en una relación, aunque sus posturas sean distónicas (en desacuerdo con la realidad).
3º. La mayoría de las personas en el mundo actual no piensan en la calidad sino en la cantidad; cuando se trata de competir, no aprecian el valor y la utilidad de las relaciones y acontecimientos, sino que se enfrascan en la “futilidad” de la “ostentación vanidosa”, de la apariencia “sofisticada” ante el mundo que las observa.
4º. La tecnología avanzada y el progreso de la humanidad ha transformado al hombre actual en esclavo de sus propios descubrimientos e inventos, dejando a un lado los procesos mentales, considerando al amor y a la sensibilidad como innecesarias, desechándolos del campo de la ciencia, acumulándose de esta forma tensiones tras tensiones, debido al incesante ritmo de las máquinas.
5º. Muchas personas viven desorientadas, caminan sin rumbo fijo, aumentando el número de “desadaptados sociales”; pocos saben lo que desean realmente y una infinitésima cantidad de humanos apenas si buscan y anhelan una superación personal y una nueva vida mejorada, fundamentada en una modificación o cambio de su manera de vivir, de sus patrones o hábitos de conducta, ya que no se conocen a sí mismos.
6º. Gran cantidad de científicos sociales, psicólogos y psiquiatras han analizado los patrones de conductas más comunes entre las personas, demostrando que existe estructuras internas, estados del YO (ego) definidos como entidades reales que funcionan como sistemas coherentes de pensamientos, sentimientos y acciones en cada sujeto, manifestadas como patrones de conducta, planteándose así la existencia de “estados del ego” para cada situación específica en la vida humana.
7º. Tomando en consideración la experiencia en la práctica profesional, algunos científicos multidisciplinarios exponen sus teorías (basadas en la realidad) acerca del funcionamiento de la mente humana, pero aplicables únicamente a un reducido número de seres humanos, privilegiados económicamente, quienes pueden costearse un tratamiento psicológico o psiquiátrico.
8º. De acuerdo con datos informales recogidos en instituciones educativas, centros y subcentros de salud, clínicas y hospitales, y entidades de bienestar social, nuestro país, el Ecuador, requiere un avivamiento mental integral y radical, un programa profiláctico psicológico que involucre a la familia, núcleo social básico, primordial en toda sociedad, para lograr destruir los mitos y tabúes que existen en torno a la mente humana y sus desórdenes o alteraciones, enmarcadas en el medio socio económico y cultural en el cual se desenvuelven.
9º. Si se pudiese efectuar cierta transformación mágica en la forma en que los humanos nos vemos a nosotros mismos y a los demás, una porción muy grande de los males que nos aquejan desaparecería o se curarían automáticamente, ya que somos atormentados por la opinión que tenemos de nosotros, de los demás y de las cosas, más que por sus personalidades o las cosas mismas.
Preparado y presentado por Guy Delgado Bermúdez, 1983.
(Fundamentos de la creación del Instituto de Motivación Humana)
Guy C. Delgado Bermúdez, Psicólogo Clínico Humanista.
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