Las salas de clases del futuro - ¿Es el Internet una posible respuesta a la crisis mundial en la educación?

“Los enseñantes se quejan, con razón, de que los padres y las madres, y en general la sociedad, globalmente considerada, han dimitido de sus obligaciones y los han dejado solos con su noble tarea, que no consideran ni apoyada ni reconocida." Oriol Pi de Cabanyes

En los últimos días se ha leído mucho en los titulares de los principales diarios acerca de la disconformidad de los profesores con la falta de recursos dedicados a la educación pública.

No es mi intención formular otra opinión más acerca de la polémica entre el gobierno y los docentes, sino presentar una inquietud que pone en tela de juicio los mismos fundamentos de la educación actual, que no está en crisis solo en Chile, sino que en todo el mundo.

A veces es necesario escarbar un poco en la historia para poder comprender mejor la problemática de una situación y así poder buscar nuevas soluciones.

Permítame llevarlo por un viaje a través del tiempo hasta unos doscientos años atrás, cuando se fundaron los primeros sistemas de educación estatales.

El sistema de educación vigente nació durante los inicios de la Era Industrial. Hasta ese entonces, así como en toda la historia de la humanidad, los niños eran educados por los padres. Adquirían el oficio de los padres o eran aprendices de algún maestro artesano.

Los que tenían recursos podían contratar profesores particulares y así optar a un estudio superior para aprender una profesión.

Estos dos métodos de educación, el del aprendiz y el de la tutoría, entregaban una educación personalizada que fomentaba las habilidades emprendedoras y la creatividad del alumno.

Sin embargo, la aparición de las factorías acabó con todo esto.

Los artesanos ya no podían competir con los productos elaborados en las fábricas y muy pronto hubo un éxodo masivo de los padres desde sus hogares hacia las factorías, su nuevo lugar de trabajo.

Como resultado de ésta verdadera revolución en la sociedad, muchos niños quedaron en la calle. Fue entonces que intervino por primera vez el gobierno en la educación masiva de los niños y elaboró un sistema estatal de educación que tenía como objetivo alfabetizar a los pobres para que así pudieran trabajar e insertarse en la sociedad.

El currículo era dictado por el gobierno y los profesores eran preparados para enseñarlo en forma masiva al creciente número de niños que habían quedado sin padres en el hogar.

Inicialmente éste sistema tuvo mucho éxito, ya que elevó el nivel de vida de las personas que vivían en pobreza. Sin embargo, gradualmente fue reemplazando los otros dos métodos de educación que son mucho más efectivos--el del aprendiz y el de la tutoría personal--ya que no podían competir con un sistema subvencionado por el estado.

Al mismo tiempo los padres gradualmente se dejaron de involucrar primeramente en la educación y más tarde en la formación misma de sus hijos.

Así nació la institución "colegio" como la conocemos hoy en día. A pesar de que se ha tratado de adecuar a los cambios de la sociedad desde entonces, sus fundamentos siguen siendo los mismos: el de entregar una educación que permita a las personas emplearse y así formar una pequeña parte del enorme engranaje de la economía de un país.

No es capaz de entregar una atención personalizada que fomenta las habilidades emprendedoras de los alumnos, ni su creatividad y tampoco respeta su individualidad. Por otro lado, los padres han llegado al punto en el cual ya no pueden percibir una educación sin intervención estatal.

Además los tiempos han cambiado. Ya no estamos en la Era Industrial. El sistema de educación se ha transformado en un "Titanic" de los tiempos modernos que difícilmente va a poder cambiar su rumbo para adecuarse a los vientos nuevos que están soplando.

La Era de la Informática ofrece otras alternativas y nuevas opciones que no existían antes. El Internet ha venido a quedarse y las cosas van a cambiar. El que mejor sabe adaptarse es aquel quien va a salir ganando.

Ahora lo invito a hacer un viaje a un futuro no muy lejano. Una buena educación ya no va a estar confinada a una sala de clases. Tampoco va a ser necesario que los padres busquen un trabajo lejos del hogar. Tanto padres como hijos van a tener la posibilidad de ejercer sus obligaciones diarias desde el hogar. Hoy en día el mundo está literalmente en la punta de nuestros dedos si tenemos acceso a un computador con conexión de Internet.

¿Quiénes van a ser los pioneros de las nuevas opciones de educación que se están pidiendo a gritos para suplir los requerimientos de ésta nueva era?

Yo espero, con todo mi corazón, que el testimonio de ésta carrera sea devuelto a las manos de los padres, donde siempre debió haber estado.

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