Psicología Experimental

La psicología experimental como disciplina científica se creó con las sapiencias e investigaciones del físico alemán Gustav Theodor Fechner, en cuyo escrito Elementos de Psicofísica (1860) usó datos de sus experimentos para asegurar y conducir la relatividad entre magnitudes físicas y sensoriales, relación que tenía una fórmula matemática logarítmica, que fue llamada Ley de Fechner, considerada como una de las leyes primordiales de la percepción. Mucho después, en 1879, Wilhelm Wundt, psicólogo alemán, inaguró el primer laboratorio psicológico.

Wundt enseñaba a las personas, a exponer más detalladamente las sensaciones —introspectivamente experimentadas—, que les producían unas series de estimulaciones continuadas bajo control. El psicólogo, por otra parte medía los tiempos de las reacciones, en tests de complejidad variable, esperando conseguir los componentes psíquicos internos y descubrir las leyes que guiaban sus combinaciones.

Wundt y su concepto de la psicología despuntaron en  este campo, sobre todo en la relación de lo  académico, hasta primeros del siglo XX, en que los elementos introspectivos, o el hecho de tratar los fenómenos psíquicos internos como un objeto de estudio científico, fueron anulados, no eran capaces de explicar fenómenos como el pensamiento sin imágenes. Sus adversarios rivalizaron contra las normas de Wundt: su compatriota Hermann Ebbinghaus inició una tremenda investigación sobre la memoria, que admitía el aprendizaje de infinitas series de sílabas sin sentido, surgiendo un precedente para las siguientes generaciones de psicólogos interesados en este aprendizaje.

Gustav Theodor Fechner, (1801-1887) Médico y más tarde profesor de física, aunque atrapado por la enfermedad de ceguera, se retiró de la enseñanza y se dedico a la construcción de su pensamiento filosófico, sobre todo en cuestiones psicológicas y religiosas.

Por otra lado, Wilhelm Wundt (1832-1920) fue profesor en Heidelberg, Zurich y Leipzig. Superó el positivismo y el naturalismo de su momento y reconoció la autonomía de las ciencias del espíritu. Construyó una psicología científica, en forma de ciencia experimental, que se acoge a los datos proporcionados por la experiencia.

También Hermann Ebbinghaus (1850-1909) fue célebre por investigaciones en el ámbito de la psicología experimental y, concretamente respecto a las formas del aprendizaje  y de la memoria, que sirvieron para fundamentar las modernas teorías sobre el aprendizaje. Es autor de una prueba para controlar la memoria, basada en la repetición de frases.