Un sueño difícil

Anoche soñé con un mundo que parecía real, pero extraño; yo luchaba por encontrarle un sentido a este mundo, pero detuve mis esfuerzos y dejé que el sueño me llevara por donde él quisiera. A dos días de nuestra boda; aún no sé qué significado pueda encontrarle.

Me vi corriendo por un camino dorado, ancho como una calzada; cargando la caja que contenía nuestras invitaciones para boda. De repente tropecé con una gran hendidura en el suelo, las invitaciones para boda se esparcieron más allá de donde yo podía ver, pasando el horizonte; algunas salieron volando hacia arriba y pronto el aire se las llevó muy lejos, esas las perdí por completo. Mientras recogía aquellas invitaciones para boda que me quedaban a mi alcance. Me pareció curioso que el bajo relieve con el que había tropezado estuviera en cursiva, es decir, Toda la hendidura eran letras cursivas que dibujaban elegantemente tu nombre y el mío.

Seguí corriendo, y el camino dorado se curvaba bajo mis pies. Pasé sobre tu nombre una y otra vez, jugaba con seguirle el contorno a la escritura, hasta que caí en cuenta que corría en círculos sobre mi anillo de boda.

No dejaba de tirárseme las invitaciones mientras corría. Traba de recogerlas pero no me era posible. Seguramente algunos invitados se quedaran sin invitación. Me puse el vestido de novia en un probador que encontré mientras caminaba sobre el anillo de compromiso. Ya no corrí más, la situación me llevaba donde quería y agarre las invitaciones para boda y las aventé por donde yo caminaba. Mientras seguía caminando pasé de nuevo por nuestros nombres grabados, el arrastrarse de la cola del vestido borró los nombres de ambos dejando una sola línea negra, delgada e infinita.